Como los tiempos están como están (no
sabremos nunca de quién fue culpa, pero desde luego alguien la
tiene), hay que cambiar un poco la forma de pensar la realidad y la
forma de hacer las cosas realidad. Ya no existen las subvenciones
públicas (no es algo malo, la verdad, pues en muchas ocasiones esas
subvenciones lastraban muchas cosas y hacían aflorar otras
innecesarias). Las empresas y los comercios tratan de sobrevivir y no
pueden empujar con su publicidad como antes.
En este contexto, el micromecenazgo es
una forma de hacer realidad las cosas. La idea es sencilla: sumar una
cantidad más o menos grande de dinero para un proyecto concreto a
partir de pequeñas aportaciones de mucha gente. Muchos unidos, con un poco, pueden
hacer algo importante.
El micromecenazgo o crowdfundig se basa
pues en el interés que la gente siente por lo proyectos y en la
gente que siente que esos proyectos serán bonitos o serán
necesarios. Es decir, se basa en que las personas colaboren con lo
que les guste, lo hagan realidad, lo hagan posible.
Creatura se ha beneficiado del
micromecenazgo. Tal vez vuelva a hacerlo en el futuro. Pero hay
muchos más proyectos. Proyectos culturales, proyectos tecnológicos,
proyectos deportivos, proyectos humanitarios.
Te invitamos a que des una vuelta por
La Tahona Cultural o por Kickstarter o por cualquier otra página de
micromecenazgo y veas lo que se cuece por el mundo, qué cosas se
quieren hacer realidad y que pienses si esas cosas son necesarias. Si
lo son, aporta, hazlas posible. Con un poco de muchos se puede hacer
muchísimo.
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