Hay veces que todo arde. Tú sabes cómo es eso, ¿verdad? ¿Lo recuerdas? Todo arde alrededor, todo te sobra, sólo eres un cuerpo que se inflama y que ve otro cuerpo. Unos dedos que buscan. Unas manos que buscan. Tocar y tocar y tocar. Y el ardor que te quema dentro y que te urge y te hace sudar y te palpita más el corazón. ¿Lo recuerdas? Yo lo vivo día a día. Sueño contigo. Me despierto un poco turbado. No sé qué ha pasado. Sólo sé que ardo y paso el día esperando. Y esperando. Y quemándome. Odio esperar. Me quemo.
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