Ha ido contando las veces que se ha cruzado con ella esta semana. No cuentan los sábados ni los domingos. Los sábados porque cambia de camino, le gusta subir a la vieja iglesia. Quedan pocas mujeres que van a misa allí. Y ningún hombre. Los domingos le gusta remolonear en la cama con su mujer. Acariciarle un poco detrás de la oreja. Levantarse antes que ella e ir a por el periódico. Desayunar en el café o subirse un bollo. Dejar que ella duerma y esperarla despierto y contento con un beso para ella. Tres veces se ha cruzado con ella esta semana. Tres veces a la misma hora. Ninguna de ella iba sonriendo.
2 comentarios:
Muy buen post, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)
Muchos saludos, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!
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