Pasar la navidad con una familia china
es barato. Porque todo lo ponen ellos. Nos trajeron adornos navideños
de su tienda, luces de colores y un montón de comida. Es verdad que
no tiene nada que ver con el turrón y esas cosas, pero el arroz tres
delicias navideño de Gema (Weng en China) está muy rico.
Han aprendido a hacer polvorones y
mazapanes. Que la verdad sea dicha están malísimos, pero a mí
siempre me ha parecido que los polvorones y los mazapanes están
malos, así que no me importó nada el cambio. Mi mujer está
encantada, primero con su amiga diaria y luego con sus otras amigas.
Siendo navidad se hicieron muchos regalos. A mí no porque soy de los
reyes y así se lo hice saber, pero no faltó nuestra partidita a
Mahjong que perdí como siempre pero que estuve a punto de ganar como
siempre.
Lo mejor fue que no cantamos
villancicos ni nadie abrió una botella de champán que luego se
queda entera y hay que tirar. Celebramos el nacimiento de nuestro
redentor con cerveza y licor chino de patata. Todo muy rico y muy
respetuoso con nuestras costumbres, y sobre todo más eficiente y
barato, tanto que ni he tenido indigestión ni resaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario