No es el momento exacto en que lo
consigues. Cuando todo ha terminado y paras y miras alrededor y no
hay nada más. No es ese. Hay otro momento antes. El momento en el
que das el golpe. En el que acabas con el adversario. En el momento
en que te distancias. En el momento en que has sido mejor. Y entonces
lo sabes. Sabes que lo vas a conseguir. Que la lucha va a parar. Que
todo terminará como debe. Y todo será bueno. Y exacto. Y te
esperarán al final. Y habrá abrazos. Y recuerdas el día que
perdiste. Y lo sabes todo. Porque tu camino ya es largo. Y has vivido
todo. Has vivido la derrota. Las lágrimas. Pero hoy no. Y el grito
al final. Y lo eres. Triunfador.
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