En el cambio me he quedado con él. Sé
lo que tengo que hacer. Soy más alto. Y más lento. No puedo
acercarme mucho o me pasará. No puedo alejarme mucho o le pondré
fácil dar un pase. Lo he hecho muchos veces. Mantener la distancia.
Queda poco tiempo. Y sólo hay que evitar que anoten. No tengo que
ser un héroe. No tengo que quitarle la pelota. Sólo mantenerle ahí
hasta que sea el momento y esperar ¿qué hará? Seguro que busca un
pase adentro. Una penetración. Tal vez una falta. Con un punto les
vale. No tengo que tocarle. Ya no. No hay tiempo. Se aleja. Se aleja.
Ocho metros. Estiro la mano. Pero no llego. Ha tirado. Está muy
lejos. No me ha llegado la mano. Está muy lejos. No la meterá. Qué
cabrón. Qué pedazo de hijo de puta.
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