Se renueva la ciudad. Vuelve a la vida.
Su sangre se vuelve a mover al mismo ritmo. Ha pasado el tiempo de
huir. Pero no el calor. Pero no el ardor. Y los ardientes bailan a su
ritmo. Y lo ardientes se buscan en los lugares indicados, en los
lugares que se saben de memoria.
Las chicas van allí y los hombres y
las mujeres. Todos saben lo que buscan. La ciudad los devorará un
día. Hoy no. hoy son ellos los devoradores. Los que se comerán a
quien tengan enfrente. Se renueva la ciudad y se renueva su apetito,
su hambre, su dolor.
Los hombres saben lo que muerden. Saben
lo que quieren. Y les da igual el dolor, el dinero, la sangre. Pueden
pagar y lo hacen. Pueden mentir y lo hacen. No pueden amar y lo
fingen. Yo tampoco puedo amar. Ya no. Ya es imposible. Hice todo lo
que pude para no volver a hacerlo. Y lo he conseguido.
Se renueva la ciudad. Por un momento
también se renuevan mis recuerdos de ti. Tu nombre. Tu cara. Los
momentos que estuviste cerca. Por un momento te echo de menos. Pero
no te echo de menos. Ya no.
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