Italia debe ser el país más divertido
del mundo. Es una especia de España, pero con más morro, más
cristianismo y más tetas operadas. Y eso es difícil. Los tribunales
ven verosímil que Berlusconi pagara para ocultar las fiestas que
hacía con prostitutas. Si pagaba prostitutas, lo normal, no lo
verosímil, es que pagara también para que nadie contara lo que
pasaba allí.
En la foto de ABC vemos a Berlusconi
rezando, supongo que al mismo dios que le ha hecho crecer el pelo, al
mismo dios que ha creado la belleza femenina para que él la obtenga
(sea como sea) y el mismo dios que consiguió que ganara las
elecciones tantas veces.
Ese dios no debe ser el mismo al que
rezan otros que está lleno de normas morales precisas, estrictas y
necesarias que su presidente y presunto beato se ha pasado por las
narices.
Aún así es divertido que el tribunal
vea como verosímil eso. Sólo verosímil. Nada más que verosímil.
No creo que lo que hizo sea malo. Pago por algo que quería. Como ha
hecho con todo. Como casi todos hacemos con todo. La hipocresía y
sus otros delitos me parecen mucho peores. Pero yo siempre he sido un
blando.
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