Siempre se ríe. A veces es por mí. A
veces por otro. A veces es por nada. Porque lo que digo no es
gracioso. Pero se ríe. Y a veces está triste. Pero se ríe. No la
he visto llorar ¿llora? El cuello alto. Los ojos de dos colores. El
pelo siempre bien, siempre listo. Los lunares del cuello, del escote.
El hueso brillante del hombro. Las orejas tapadas para que no
escuche. Sentada a mi lado. Digo tonterías y se ríe. Escucha
tonterías de otro y se ríe. Se escandaliza de mentira. Bebe. Le
faltan cuatro kilos. Cierra un bar. Abre una cama. Se marcha. Se ríe.
Nos escucha. No nos habla. Pero nos escucha. Se pone roja. Se
arrepiente de habernos dejado hablar. Se va. Se marcha. A veces está
triste. Pero siempre se ríe. Incluso ahora, que se va.
No hay comentarios:
Publicar un comentario