Ha sido un mal fin de semana. Primero los pitidos. En la presentación. Al llegar a la primera meta mientras todo el mundo se alegraba de la desgracia. En la contrarreloj por equipos igual. Así que supongo que la gente está feliz por lo que está pasando. Siempre es malo alegrarse del mal ajeno, supongo que tendrán su pago.
Muchos se han quejado de que Contador participe en el Tour, pero le asiste la legalidad. Puede incluso que la razón. Aún así le pitan y le critican. Esos mismos que no estarían ahí si no fuera por una invitación.
Las cosas se ponen difíciles, pero eso sólo demuestra que es más humano. Los tiempos en los que nadie desfallecía, en los que no había errores y pájaras han pasado. Contador mismo ganó el Tour pasado con mucho sufrimiento, sin estar bien. Si hubiera estado dopado todo hubiera sido más fácil. Habría ganado más cómodo a Schleck. Pero todo eso da igual. La primera semana parece muy tonta. Pero muchos pierden ahí sus opciones. En caídas. En golpes tontos que provocan tendinitis. En despistes. En gastar energías que luego harán falta.
Esperamos ahora que haya ataques, que nadie se conforme. Pero eso es mucho esperar. Sobre todo para los que no son Contador.
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