Se calma el tiempo en la ciudad soñada y se clama mi corazón también. Mi cabeza deja a ratos de pensar. Tu olor ya no es una búsqueda constante. Camino por las calles sin sueño después de mucho tiempo. Comprendo cosas que hace días no podía ver, no sabía ver. Todo es más fácil hoy. Una calma que no recuerdo late en mi corazón.
Mis pasos me llevan por esta primavera lenta al verano que tal vez vendrá. Las chicas me sonríen también a mí. No les importa mi gesto huraño. No les importa que nunca sonría. Hay una alegría distinta en este sol que habíamos olvidado los últimos días. Las gentes no son amables. Pero a mí no me importa.
Siguen ahí la suciedad. El dolor. El falso amor. El sexo vacío. La torpeza. El asesinato. La sangre. Toda esa sangre que otros día me ahogaba, no me dejaba respirar. Hoy esa sangre no me importa. Sólo camino por la calle sabiendo que eres tú lo que busco. Sé que no voy a encontrarte, pero no me desanimo. No dejaré de caminar.
Se calma el tiempo en la ciudad soñada. Te recuerdo tal y como eras. Te recuerdo y hace días que no podía.
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