La lluvia limpia la ciudad. Sus calles mojadas y frescas parecen nuevas. El cielo, sin embargo, colorea la depresión de la ciudad. Los corazones están grises. Las fiestas amorosas se dilapidan y las palabras de amor repartidas ayer no sirven de nada hoy. Los amores se acaban en estos días poco después de haber empezado.
Camino la ciudad limpia. Tardará poco en en volver a ensuciarse, en volver a estar repleta de sexo y amor de mentira, repleta de toda esa materia indefinible que segregan el odio y la mentira. Una nube de venganza debería aproximarse, pero no llega nunca y yo no sé hacerla venir y yo no sé si la deseo todavía.
La ciudad está repleta de mentiras y mucha han sido creadas pro mí. Debería hacer algo, aunque fuera contra mí mismo, pero una vez más me siento demasiado débil y abúlico para hacer nada que no sea escribir. Las manos me duelen menos desde que el frío fue marchándose. Llegará el verano y su sol disoluto y torturador.
La lluvia limpia la ciudad y mi corazón está cada vez más sucio. Sus calles mojadas y frescas parecen nuevas como lo parecen sus habitantes. Hoy escuché tu nombre pronunciado, es tu nombre aunque lo lleve otra persona.
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