Y todo se irá pareciendo a aquello otro que ya viví contigo. Un día ella escribirá en mi teléfono su número y su nombre y yo no seré quien le envíe el primer mensaje. Yo seré el que conteste siempre, el que espere, el que no quiera cansarla ni aburrirla. Y a pesar de que tendré en la cabeza todo lo que te dije, todo lo que hice, cometeré errores similares, volveré a mandar los mismos mensajes con distintas palabras y volveré a soñar con ese cuerpo que deseo tanto por momentos. Y volveré, seguramente a amontonar la misma sensación de fracaso. Pero será por razones distintas, no sólo por esa razón que ni si quiera a ti te conté y que tú siempre pareciste saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario