Cuando una ficción triunfa suelen surgir a su sombra, a la estela de su éxito muchas más ficciones similares o que toman ingredientes de la primera nacen y se desarrollan. Se copian los elementos fundamentales, su parte más gruesa y sencilla, pero la otra, la que los hace únicos y genuinos no es sencillo de copiar.
Tras el enorme éxito de Juego de Tronos, que tiene por todo el mundo una infinidad de seguidores, algunas series de televisión están intentando tomar sus elementos fundamentales para crear un producto que tenga el mismo éxito que la serie basada en las novelas de George RR Martin.
Lo que distingue a Juego de Tronos es precisamente su ambientación adulta, su lenguaje sin crudeza, su representación tan fiel y exacta de la violencia, mostrar también el sexo de una manera directa y sin ocultaciones y trucos, así como una minusvaloración de la vida humana por parte de los protagonistas. Es muy sencillo morir en esa ficción.
Vikingos, por ejemplos, es una serie que ambientada en un período histórico real, mantiene el mismo ambiente de guerra, tintes medievales, espadas, crudeza en las escenas de acción y rivalidades para conseguir el poder. Tiene muchos menos seguidores, pero hay que decir que los creadores han conseguido un producto adulto, pero diferente.
Otra serie que ha nacido a la sombra del éxito de Juego de Tronos es Black Sails. Una historia clásica de piratas con marineros rudos y duros que luchan por un tesoro y que matan a la mínima.
Pero no se consigue una serie adulta simplemente copiando la parte escabrosa: el sexo fácil y repetitivo, la muerte violenta, la sangre y la facilidad para matar personajes. Hay que dotar a la historia y a los protagonistas de profundidad, crear, con los elementos adultos, una buena interesante historia. Y no se están preocupando de eso. Simplemente están creando copias insulsas, con chicas guapas y hombres musculosos, mucha sangre e historias sin interés para rellenar horas de televisión.
Tras el enorme éxito de Juego de Tronos, que tiene por todo el mundo una infinidad de seguidores, algunas series de televisión están intentando tomar sus elementos fundamentales para crear un producto que tenga el mismo éxito que la serie basada en las novelas de George RR Martin.
Lo que distingue a Juego de Tronos es precisamente su ambientación adulta, su lenguaje sin crudeza, su representación tan fiel y exacta de la violencia, mostrar también el sexo de una manera directa y sin ocultaciones y trucos, así como una minusvaloración de la vida humana por parte de los protagonistas. Es muy sencillo morir en esa ficción.
Vikingos, por ejemplos, es una serie que ambientada en un período histórico real, mantiene el mismo ambiente de guerra, tintes medievales, espadas, crudeza en las escenas de acción y rivalidades para conseguir el poder. Tiene muchos menos seguidores, pero hay que decir que los creadores han conseguido un producto adulto, pero diferente.
Otra serie que ha nacido a la sombra del éxito de Juego de Tronos es Black Sails. Una historia clásica de piratas con marineros rudos y duros que luchan por un tesoro y que matan a la mínima.
Pero no se consigue una serie adulta simplemente copiando la parte escabrosa: el sexo fácil y repetitivo, la muerte violenta, la sangre y la facilidad para matar personajes. Hay que dotar a la historia y a los protagonistas de profundidad, crear, con los elementos adultos, una buena interesante historia. Y no se están preocupando de eso. Simplemente están creando copias insulsas, con chicas guapas y hombres musculosos, mucha sangre e historias sin interés para rellenar horas de televisión.
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