Grabar un disco es la máxima aspiración de todo grupo o músico. Así su creación quedará grabada para siempre, será escuchada muchas veces y, además, podrá reportar un beneficio a los músicos.
Pero con las actuales tecnologías grabar un disco va perdiendo su sentido. La crisis económica sumada a la propia crisis del sector musical, propicia que los discos cada vez se vendan menos. Además se pueden comprar canciones sueltas. O descargarlas de forma legal o ilegal.
Los consumidores de música usan plataformas de streming o tienen sus canciones en mp3 para poder escucharlas, sin necesidad de comprar el disco, o al menos de comprar todas las canciones del mismo y en un formato único.
Dada esta situación, ¿por qué grabar un disco? si cada vez se vende menos y cuesta más trabajo encontrar productoras y distribuidoras que lo hagan. O si los discos no se venden sino que se escuchan las canciones sueltas en streming o en otro tipo de plataformas.
Muchos artistas sobreviven y trabajan mucho. Dan centenares de conciertos. Tienen sus incondicionales que los siguen y que consumen su trabajo. Pero no precisan de discos. Pueden estar años y años sin nuevo material, sin producir un disco distinto.
El disco, evidentemente, les sirve para darse a conocer y para que su público esté al día de las creaciones que luego sonaran en los conciertos. Esa es la finalidad más importante de un disco hoy en día. Servir de comunicación con los seguidores de una banda o con aquellos que quieren descubrir nueva música.
No hay más razones para grabar un disco hoy en día. Es un formato que está en decadencia. Que no tiene mucha utilidad, más que la publicitaria. Pese a ello, y dado lo sencillo que es ahora la tecnología de la grabación, se siguen grabando más y más y vendiendo menos y menos. Una paradoja que a los autores, si pueden sobrevivir de su trabajo en directo, no debe preocuparles demasiado.
Pero con las actuales tecnologías grabar un disco va perdiendo su sentido. La crisis económica sumada a la propia crisis del sector musical, propicia que los discos cada vez se vendan menos. Además se pueden comprar canciones sueltas. O descargarlas de forma legal o ilegal.
Los consumidores de música usan plataformas de streming o tienen sus canciones en mp3 para poder escucharlas, sin necesidad de comprar el disco, o al menos de comprar todas las canciones del mismo y en un formato único.
Dada esta situación, ¿por qué grabar un disco? si cada vez se vende menos y cuesta más trabajo encontrar productoras y distribuidoras que lo hagan. O si los discos no se venden sino que se escuchan las canciones sueltas en streming o en otro tipo de plataformas.
Muchos artistas sobreviven y trabajan mucho. Dan centenares de conciertos. Tienen sus incondicionales que los siguen y que consumen su trabajo. Pero no precisan de discos. Pueden estar años y años sin nuevo material, sin producir un disco distinto.
El disco, evidentemente, les sirve para darse a conocer y para que su público esté al día de las creaciones que luego sonaran en los conciertos. Esa es la finalidad más importante de un disco hoy en día. Servir de comunicación con los seguidores de una banda o con aquellos que quieren descubrir nueva música.
No hay más razones para grabar un disco hoy en día. Es un formato que está en decadencia. Que no tiene mucha utilidad, más que la publicitaria. Pese a ello, y dado lo sencillo que es ahora la tecnología de la grabación, se siguen grabando más y más y vendiendo menos y menos. Una paradoja que a los autores, si pueden sobrevivir de su trabajo en directo, no debe preocuparles demasiado.
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