APOCALIPSIS III

Salgo a pasear un rato, porque en casa la china y mi mujer me agobian con su conversación. No sé bien de qué hablan. Por lo visto antes había diez puntos y ahora hay cuatro. ¿Será una operación? ¿Una herida? ¿Un examen? No sé, pero tanto hablar perturba mi conciencia y mis pensamientos y me he ido a la calle para pensar con claridad.

En el paseo veo un montón de niños que pasean, juegan, salta y demás. Por lo visto no hay colegio. He ahí un paso más hacia el Apocalipsis. Los niños ya no van al colegio. Sus mentes están cada vez más vacías. Serán más idiotas, por lo tanto podrán tragarse más mentiras. Eso es bueno para mí, que soy un gran mentiroso y muy inteligente. Podré manipular muchas mentes infantiles para que hagan lo que yo quiero.

Pero supongo que otro también lo harán en su propio beneficio, que no será el mío. Al pasar por una calle un señor se queja de que haya tantos niños. La culpa de es de los maestros que son unos vagos. Supongo que los padres tampoco son muy listos, si no, serían maestros.

Creo que el Apocalipsis está cada vez más cerca, y no voy a impedirlo. Es mejor que se vaya todo a la mierda. Total, las cosas pasan de todas maneras.