Mis amigos chinos me han regalado un
súper teléfono de esos modernos con pantalla táctil y todas esas
cosas. Se llama chi-phone y la verdad es que funciona muy bien y la
batería me dura un montón. No como los de otra famosa marca.
Entre los montones de aplicaciones que
tiene el dispositivo en cuestión me ha gustado la de twitter. El
twitter es como si te dieran una pared para pintar lo que quisieras.
Y así yo voy escribiendo lo que me parece.
Pero he metido la pata, porque he
puesto en twitter que la vecina recibe hombres a horas intempestivas.
Su marido lo ha leído y me ha dicho que su mujer no es una puta. De
momento no tengo declaraciones de la vecina. Pero no me atrevo a
salir de casa. Mis seguidores no podrán seguirme.
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