Esto puede sonar a censura, a que hay
que proteger a la infancia, a que no cualquiera pueda tener acceso a
un material que puede ser ¿dañino? ¿doloroso? ¿ofensivo?
Aunque realmente es otra cosa. Es
dinero. Se trata de cobrar por el contenido más popular de internet,
por el contenido más buscado, más seguido y más conseguido en
internet. Por el contenido que hace de internet sumamente
interesante.
Siempre sucede lo mismo. Siempre es por
dinero. Parece que las cosas se hacen por otra cosa, pero no, se
hacen por dinero. Ya vemos en este caso como la moralidad sirve de
escudo para lucrarse.
No es censura. No es evitar que la
gente acceda y se masturbe y coja ideas y aprenda y se malee y se
ilusione y pierda la noción de la realidad. Es sacar provecho del
dinero de la gente. Lo que realmente no está mal. Siempre que no me
hagan pagar a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario