Caminando por mi nueva ciudad he
descubierto que hay mucha gente ociosa. Se ve que el paro también
está afectando este lugar. La gente ociosa suele pensar de más. Y
dar rienda suelta a sus más bajos instintos. Total que la gente se
aburre y va de cama en cama a ver si así se olvidan un rato de sus
cosas.
El otro día, en el parque, vi la zona
de ligue. A mí me gustó una chica rumana. Pero como no me entendía
pasé de ella. Estoy cansado de acostarme con gente que no me
entiende cuando le digo que se vaya de mi casa. Así que me puse a
hablar con una chica latina. Resultó que tenía tres hijos. Pero me
dio igual. Se trata de pasar el rato. Luego me pidió cien euros y
como fue muy maja se los di.
Creo que me equivoqué de parque. Pero
de eso me di cuenta mucho más tarde.
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