Por fin después de semanas de aguantar mucho tiempo y mucho sufrimiento, después de tener que cerrar los ojos y los oídos, de no oír ni ver ni querer saber ni nada de nada, por fin han parado los anuncios de colonia.
Gracias a Dios ya no tendremos que aguantar más hasta el día de la madre o del padre, el que venga antes, que no lo sé. Yo, no he comprado ninguna colonia, aunque algunas dan ganas de comprarla. Esa que sale una muchacha rubia de mucho pecho diciendo que quiere no sé qué o o no sé cuántos dan ganas de regalársela a la terapeuta. Tal vez se convierta en esa mujer.
También dan ganas de comprar esa otra con forma de marinero. Si luego haces eso con una mujer y la dejas así, esa colonia debe de ser la bomba. Mejorará en un 200% mi capacidad sexual.
Pero, en fin, yo a lo más que llego es a Old Spice, que huele como si fuera un hombre de verdad y no la piltrafilla que soy. Por un momento me siento como Lobezno, pero no es así, sigo siendo el mismo. Tal vez algún día.
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