Las secciones de cultura de los periódicos hablan en sus páginas de una serie de inéditos de Pablo Neruda que ha encontrado su Fundación en una revisión de los archivos del poeta. Se trata de veintiún poemas, de temática amorosa, que nunca han visto la luz. Casi mil versos en esos veintiún poemas que podrían aumentarse, pues todavía continúa esa revisión.
Escritos entre 1956 y finales de los sesenta, los poemas, dicen aquellos que los han leído, tienen una gran carga erótica y una enorme presencia del amor, una temática que está muy presente en la obra del poeta chileno, que se calificó a sí mismo como un poeta amoroso.
Pero este descubrimiento nos ofrece algunas preguntas: ¿por qué no se publicaron antes? ¿no los consideró publicables el poeta? ¿no le gustaban los suficiente? ¿no tenían la calidad suficiente? y una más importante todavía ¿deben publicarse?
Si en vida del poeta no fueron publicados, y él los guardó y no los publicó por la razón que fuera, ¿debemos ahora que ha pasado el tiempo y que no tenemos la opinión del escritor publicarlos?
Como documento son muy importantes, pero literariamente no van a cambiar sustancialmente la valía del autor chileno. No van a mejorar su obra, y probablemente tampoco van a empeorarla.
La de Neruda es una obra desigual, con grandes aciertos y con grandes desaciertos donde la poesía brilla por su ausencia. Grandes obras se mezclan con versos innecesarios, con poemas insulsos y de muy poca valía.
Pero la cuestión principal, si es lícito o no publicar esos poemas que el mismo Neruda no publicó seguirá ahí, con pros y contras, con la curiosidad como principal motor del sí, y con la calidad y la opinión del poeta como principal defensor del no.
Una variable se sumará a estas, la económica, que será la que al final dará el sí a la publicación. Un libro nuevo de un poeta mítico se venderá por millones. Así que no es necesario darle muchas vueltas para saber que la obra finalmente será publicada.
Escritos entre 1956 y finales de los sesenta, los poemas, dicen aquellos que los han leído, tienen una gran carga erótica y una enorme presencia del amor, una temática que está muy presente en la obra del poeta chileno, que se calificó a sí mismo como un poeta amoroso.
Pero este descubrimiento nos ofrece algunas preguntas: ¿por qué no se publicaron antes? ¿no los consideró publicables el poeta? ¿no le gustaban los suficiente? ¿no tenían la calidad suficiente? y una más importante todavía ¿deben publicarse?
Si en vida del poeta no fueron publicados, y él los guardó y no los publicó por la razón que fuera, ¿debemos ahora que ha pasado el tiempo y que no tenemos la opinión del escritor publicarlos?
Como documento son muy importantes, pero literariamente no van a cambiar sustancialmente la valía del autor chileno. No van a mejorar su obra, y probablemente tampoco van a empeorarla.
La de Neruda es una obra desigual, con grandes aciertos y con grandes desaciertos donde la poesía brilla por su ausencia. Grandes obras se mezclan con versos innecesarios, con poemas insulsos y de muy poca valía.
Pero la cuestión principal, si es lícito o no publicar esos poemas que el mismo Neruda no publicó seguirá ahí, con pros y contras, con la curiosidad como principal motor del sí, y con la calidad y la opinión del poeta como principal defensor del no.
Una variable se sumará a estas, la económica, que será la que al final dará el sí a la publicación. Un libro nuevo de un poeta mítico se venderá por millones. Así que no es necesario darle muchas vueltas para saber que la obra finalmente será publicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario