Con el título de Desgenerados, un concierto invertido, Víctor González y Sara Pérez, cambiaron ayer los papeles y cantaron y cantaron y cantaron canciones que se intercambiaron, él cantado las canciones que siempre han cantado mujeres y ella cantando canciones que siempre han cantado hombres.
Toda una demostración de talento, sentido del humor, improvisación y sencillez, en un espectáculo que contaba con canciones de Cole Porter, Raphael, El fantasma de la Ópera, Puccini o Stephen Sondheim.
Un espectáculo que parte desde el punto de vista de que ambos se van a cambiar, que van a trastocar su sexo y van a actuar con el del otro, pero que cuenta sobre todo y ante todo con la maravillosa simpatía y gran voz de los protagonistas.
El texto no estaba muy trabajado, los detalles del espectáculo se perdían a veces, pero todo ello con sencillez, frescura, generando la complicidad del público que se mostró entregado a los protagonistas.
Desgenerados es algo así como salir de la Gran Vía a unas calles más allá y encontrar allí a los que actúan en esos teatros haciendo algo más cercano, más talentoso y más divertido. Una especie de Off Brodway que llegó al centro cultural Galileo y que llenó de diversión, alegría y vida la noche del lunes.
Desgraciadamente parece que va a ser un espectáculo único, sin repetición, porque tenía como finalidad recaudar dinero para rodar un corto. Pero sin duda ninguna si Víctor González o Sara Pérez acuden a vuestra ciudad o cerca con alguno de sus múltiples (eso esperamos) trabajos, no dejéis de asistir. Son dos grandes artistas, dos grandes cantantes, dos grandes caraduras.
Toda una demostración de talento, sentido del humor, improvisación y sencillez, en un espectáculo que contaba con canciones de Cole Porter, Raphael, El fantasma de la Ópera, Puccini o Stephen Sondheim.
Un espectáculo que parte desde el punto de vista de que ambos se van a cambiar, que van a trastocar su sexo y van a actuar con el del otro, pero que cuenta sobre todo y ante todo con la maravillosa simpatía y gran voz de los protagonistas.
El texto no estaba muy trabajado, los detalles del espectáculo se perdían a veces, pero todo ello con sencillez, frescura, generando la complicidad del público que se mostró entregado a los protagonistas.
Desgenerados es algo así como salir de la Gran Vía a unas calles más allá y encontrar allí a los que actúan en esos teatros haciendo algo más cercano, más talentoso y más divertido. Una especie de Off Brodway que llegó al centro cultural Galileo y que llenó de diversión, alegría y vida la noche del lunes.
Desgraciadamente parece que va a ser un espectáculo único, sin repetición, porque tenía como finalidad recaudar dinero para rodar un corto. Pero sin duda ninguna si Víctor González o Sara Pérez acuden a vuestra ciudad o cerca con alguno de sus múltiples (eso esperamos) trabajos, no dejéis de asistir. Son dos grandes artistas, dos grandes cantantes, dos grandes caraduras.
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