La libertad de expresión es un pilar fundamental de nuestras sociedades. Uno puede decir lo que quiera, aunque sea falso, idiota o no pertinente. Da igual lo que diga, puede decir lo que quiera, aunque sea muy estúpido o no venga a cuento o no sea respetable. Después está en las manos de los tribunales decir si eso es legal o no.
La revista el Jueves ha retirado la portada de su próximo número lo que ha provocado que varios de sus colaboradores hayan dimitido de sus labores en la publicación. La editorial ha practicado la autocensura, algo que consiste en ponerse la venda antes que la herida, para así evitar males mayores.
El miedo a las repercusiones es lo que provoca esa autocensura, que si bien puede ser buena para nuestra salud social, es muy mala para la salud de nuestra prensa. Y ante la dimisión es una buena postura por parte de los colaboradores de la revista.
El humor, género que practican los autores de la revista, se hace por definición contra algo o alguien. No existe el humor completamente blanco, el que no tenga un objetivo risible. Por eso siempre alguien puede sentirse ofendido por el humor. Es cuestión del humorista saber hasta que punto su humor va a ser gracioso y cuando va a empezar a ser realmente doloso y ofensivo.
El Jueves ha quedado tocado por esto. No afrontará repercusiones por la portada que no ha publicado, pero a cambio su credibilidad, su calidad y la confianza de sus lectores ha desaparecido. Ha perdido a gran parte de sus colaboradores. Eso y la pérdida de imagen es mucho peor que cualquier otra demanda o denuncia, mucho peor que la censura de los poderes jurídicos o sociales.
La revista el Jueves ha retirado la portada de su próximo número lo que ha provocado que varios de sus colaboradores hayan dimitido de sus labores en la publicación. La editorial ha practicado la autocensura, algo que consiste en ponerse la venda antes que la herida, para así evitar males mayores.
El miedo a las repercusiones es lo que provoca esa autocensura, que si bien puede ser buena para nuestra salud social, es muy mala para la salud de nuestra prensa. Y ante la dimisión es una buena postura por parte de los colaboradores de la revista.
El humor, género que practican los autores de la revista, se hace por definición contra algo o alguien. No existe el humor completamente blanco, el que no tenga un objetivo risible. Por eso siempre alguien puede sentirse ofendido por el humor. Es cuestión del humorista saber hasta que punto su humor va a ser gracioso y cuando va a empezar a ser realmente doloso y ofensivo.
El Jueves ha quedado tocado por esto. No afrontará repercusiones por la portada que no ha publicado, pero a cambio su credibilidad, su calidad y la confianza de sus lectores ha desaparecido. Ha perdido a gran parte de sus colaboradores. Eso y la pérdida de imagen es mucho peor que cualquier otra demanda o denuncia, mucho peor que la censura de los poderes jurídicos o sociales.
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