Las ondas formadas por el agua en el charco. La gota cae lenta, intermitente, en un sitio u otro. Cae desde el cielo gris que refleja el mismo color en el charco. El charco da sensación de movimiento. De ser un algo vivo, de estar desplazándose a través de la tierra, de ir centímetro a centímetro más allá. Ese círculo que se forma en el agua cada vez que cae otra gota. Ese movimiento inaprensible. Dibujar una onda es más fácil con las palabras que con el carbón sobre el papel. La gota cae lenta y produce un efecto inmediato en el agua. Produce una onda que se esparce hacia fuera, que llega hasta los límites del agua, hasta el fondo mismo de ese pequeño universo. El gris del agua, el del cielo, el del fondo del charco producen en ocasiones un efecto de suciedad que es falso. El agua es límpida, transparente, es pura. El agua cae lentamente, suavemente. El agua y el charco, el mismo inaprensible elemento.
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