La terapeuta cierra estos días la consulta. No es que le haga mucha gracia, porque es bien sabido que en estas fechas hace su agosto, pero hay días que no puede abrir aunque quiera, hasta los más colgados tienen algún compromiso.
Y por supuesto, ella también. Antes que nada hacer todas las compras que le quedan, que, aunque parezca mentira aún son muchas y luego envolver las cosas, porque ya nadie envuelve nada, te hacen que lo envuelvas tú mismo (razón por la que mis regalos son fácilmente identificables).
Pero sobre todo lo que tiene que hacer es irse al Caribe, como marca su tradición, a pasar estos días tan helados en una zona cálida. A mí me deja solo, cosa que tampoco me molesta porque aprovecho para rascarme la barriga y apuntarme al badoo. Y deja solos a los patos, que bueno, se pasan el día pegados a la calefacción.
Así que nada mejor que pasar el frío en el Caribe (si yo pudiera huir del frío y de lo que no es el frío). A ver si este año me trae un puro, que se lo llevo pidiendo desde hace mucho, pero con la excusa de que no fumo, siempre me lo niega.
1 comentario:
Debe estar bien eso de pasar las Navidades en la playa
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