Después de tantos y tantos años de amor y amor y amor sin esperanza ni ejercicio ni realidad, se dio cuenta de que al quería tanto por ser ella como por ser un ideal, una entelequia preciosa, que no podría llevar a cabo pero que siempre querría hacerlo.
Se dio cuenta de que además de ese amor sin esperanza ni ejercicio ni realidad, lo que quería no era sólo a aquella mujer, sino aquello en lo que la mujer, amada, le convertía. Aquello en que ella le transformaría cuando le amara.
Y mientras tanto a la frustración de no ser amado, de no ser lo suficientemente bueno para merecer ese amor que anhelaba, se juntaba la de no ser aquello que deseaba ser, aquello que aspiraba a ser y que sólo podría ser si ella le aceptaba.
Así que caminaba por el mundo con esa doble torpeza, con esa doble derrota en la vida, en los sueños, en la realidad y en la ficción. Después de tantos y tantos años de amor y amor y amor sin esperanza ni ejercicio ni realidad, sólo podía ser lo que era, él sólo podía ser él.
Y nunca podría ser aquello que deseaba ser que de alguna formaba creía que debía ser. No podría ser su amante. Ni su héroe. Su caballero. Su rescatador.
Se dio cuenta de que además de ese amor sin esperanza ni ejercicio ni realidad, lo que quería no era sólo a aquella mujer, sino aquello en lo que la mujer, amada, le convertía. Aquello en que ella le transformaría cuando le amara.
Y mientras tanto a la frustración de no ser amado, de no ser lo suficientemente bueno para merecer ese amor que anhelaba, se juntaba la de no ser aquello que deseaba ser, aquello que aspiraba a ser y que sólo podría ser si ella le aceptaba.
Así que caminaba por el mundo con esa doble torpeza, con esa doble derrota en la vida, en los sueños, en la realidad y en la ficción. Después de tantos y tantos años de amor y amor y amor sin esperanza ni ejercicio ni realidad, sólo podía ser lo que era, él sólo podía ser él.
Y nunca podría ser aquello que deseaba ser que de alguna formaba creía que debía ser. No podría ser su amante. Ni su héroe. Su caballero. Su rescatador.
Su héroe, su caballero, su rescatador.
5 comentarios:
Es curioso como ese sentimiento predomina sobre cualquier otro.
Y el deseo de esa correspondencia, tan solo la fijación de esa persona, porque además no nos sirve cualquiera.
Todo debería de resultar más sencillo, en cambio nos esforzamos por complicarlo de tal forma que no nos percatamos que justo a nuestro lado tenemos otra persona suspirando y anhelando ser ese ËL o ELLA con respecto a nosotros, en cambio ellos no nos interesan cuando eso si resultaría mucho más sencillo.
Un beso
Con respecto a lo de ayer tengo variados diccionarios, siento las faltas, pero soy hombre ocupado y tengo poco tiempo y muchos post que publicar. Lo cierto es que es muy fácil hablar cuando es el propio programa el que te hace una corrección perfecta de todo ¿Verdad que si Rubén ;-)?
Con respecto a tu post de hoy, estoy de acuerdo con Selene en que lo complicamos todo y que todo debería de tener una salida más sencilla de la que tomamos en un principio, pero también es cierto que dependiendo de las situaciones es muy difícil ver lo que tenemos ante las narices.
No te molestes con migo e intenta digerir un poco mejor las críticas anda y ten en cuenta que hasta el hombre más sabio a veces es presa de su propia ignorancia.
PD: Por cierto eres un gran posteador, por si pensabas que ataco tu trabajo.
PD2: El corrector ortográfico de Word es un gran avance cientifico-Literario.
En el amor como en la guerra todo vale, pero a veces no encontramos la manera de expresarnos.
Y tu retratito lo llevo en mi cartera.
Acabo de entrar en este mundillo y ya veo broncas... um.
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