Veía la tele mientras sudaba, a
chorros, y pensaba que lo mejor que podía hacer era estar quieto y
sudar a chorros, porque cualquier otra cosa que hiciera me haría
sudar mucho más de lo que ya estaba sudando. Pero me quedé dormido.
Es lo normal en verano, cuando hace este calor y en la tele ponen...
bueno, no sé qué ponían. Es lo que tiene echarse estas siestas con
este calor, que te quedas dormido y hasta te olvidas de cómo te
llamas.
Otra cosa típica de las siestas de
verano es soñar cosas raras. Yo soñé que venían los chavales del
anuncio de fanta siguiéndome todo el rato. Ellos cantaban todo lo
malo que me pasaba. Cantaban por ejemplo que perdía 20 euros en
apuestas. O que se me pinchaba el coche. O que una mujer a la que yo
había conocido por internet me pedía dinero a cambio del sexo que
yo le ofrecía (le dije que sí, claro).
Como los niños esos me daban miedo y
por saco, empecé a matarlos. Al primero de patadas. Al segundo lo
metí en el microondas. Y así todo el rato. Los atropellaba. Los
aspiraba. Los ahogaba con ginger ale schweppes (coño, qué difícil
es escribir schweppes). Pero nunca acaban de morir todos y seguían
cantando mi vida, especialmente mis errores, como cuando me puse a
masturbarme en el coche enfrente del trabajo de la chica que me
gustaba.
Me he despertado empapado en sudor y
con un gran desasosiego, sin saber mi nombre y odiando a todo el
mundo, sobre todo a los niños. He ido a la nevera y sólo había
fanta. Maten a los niños, por favor.
1 comentario:
Baaaa, esas siestas de verano que jodidas son!
Publicar un comentario