A veces escribir es difícil como borrar el recuerdo de un dolor. Difícil llenar una hoja o ir juntando frases que después al ser leídas todas juntas resultan coherentes y acertadas. Y escribir es en ese momento más que en ningún otro una lucha contra uno mismo, una lucha por encauzar el pensamiento y la mano y todo lo que interviene en dibujar una palabra. Y caminar. Con el cansancio. Con la ausencia de ganas. Contra uno mismo. Contra su camino y su pensamiento. Caminar. Y no hacer nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario