Era evidente a dónde se dirigían todas las miradas de los hombres del bar. Sólo había que levantar la vista de aquello que estaban mirando y mirarles a ellos, observar un momento a dónde dirigían sus miradas.
Era evidente y había un aire de coincidencia en las miradas de todos, de aquiescencia en sus rostros, de comprensión en sus gestos compartidos, de risa en sus cuchicheos.
Y era todo también un poco triste por lo que tenía de supresión del componente humano, por lo que tenía de animal, el contemplar aquella escena y de cierta forma formar parte de ella.
Porque adónde se dirigían todas las miradas, todos los ojos todos lo cuchicheos y adónde querían ir todas las manos era al precioso culo de aquella chica que no dejaba de bailar al fondo del bar. Y a ese mismo sitio iban los sueños de algunos. Y los mucho menos poéticos instintos de casi todos.
Lugar donde se dirige la vista.
4 comentarios:
Bonito paisaje, es de montaña ¿no?
Yo querido Pedro diria que es de playa,dificilmente se puede andar en chnaclas por la montaña ¿o es que estais mirando otro paisaje?
¡Los hombres son así!
Bueno cada uno anda por la montaña como quiere ¿no?.Y... joder, es que tampoco se ve tanto paisaje y si, los hombres somos asi,que le vamos a hacer...
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