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lunes, febrero 09, 2009

FRACASO

Fue de frente, al doblar una esquina. Primero un perro y después, tirando de la cuerda inúltimente, una mujer.
Rubén tropezó con el perro. No le gustaban los perros. Ninguno. Este tampoco.
Rápidamente reconoció a la mujer. Hacía mucho que la conocía. Aunque hiciera tanto que no hablaran en la realidad.
Sin embargo se habían redescubierto en las nuevas plataformas sociales. Y por escrito habían mantenido conversaciones más o menos íntimas, más o menos formales, más o menos conversaciones.
Le gustaba mantener esas conversaciones por escrito, le era más fácil que en persona.
Por eso ahora estaba tan nervioso y decía cosas sin sentido o que ella no entendía y por eso le miraba con esa cara rara, como no creyéndose lo que oía después de haber leído lo que leía.
Buscó una excusa y se marchó. La dejó con su perro y su paseo. Y se fue pensando en el fracaso. En su problema para mantener aquella conversación escrita, para hacerla igual ahora en la realidad.
Pensaba, realmente, en su fracaso, no en aquella mujer.

Mujer con perro

1 comentario:

Félix Chacón dijo...

Te veo últimamente muy negativo, Rubén. Y en este texto te pones de parte del Rubén ficticio que se esconde tras una pantalla. Mal camino. Podrías volverte virtual. Creo, de hecho, que te estás volviendo virtual: una firma a pie de post. Ten cuidado. Hay cosas que es mejor que no sean virtuales. Los polvos virtuales, por ejemplo, se parecen demasiado a las pajas.