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jueves, agosto 14, 2014

SÁNCHEZ MEJÍAS Y LA REHUMIZACIÓN DE LA POESÍA


Tras la violenta irrupción de las vanguardias en el panorama artístico europeo de las primeras décadas del siglo XX, pronto llegó una rehumanización en el arte que lo convirtió de nuevo en un instrumento humano para la mayor comprensión por parte del público, para también para que el arte fuera una forma de expresión universal y no un instrumento de los pocos iniciados en la cultura vanguardista.

Los poetas españoles de la Generación del 27 estuvieron tocados por ambos movimientos, primero por las vanguardias (surrealismo, futurismo) y después rehumanizaron la poesía volviéndola a la realidad y afrontando la vida del hombre como elemento fundamental de la escritura.

En ese proceso de rehumanización, de vuelta a lo humano y de mezcla con lo popular tiene especial importancia para un grupo de estos poetas del 27 la figura de Ignacio Sánchez Mejías. El torero, amigo de Lorca, influyó en un procesó de neopopularismo que ya estaba presente en la mente y en las obras de Lorca o Alberti.

La elegía que Lorca dedicó al difunto poeta es buen ejemplo de ello, pero la presencia de la tauromaquia en el resto de la obra lorquiana o de las composiciones de Alberti apuntala la relación que estos poetas tenían con Sánchez Mejías y con el mundo que representaba.

El 13 de agosto de 1934 Sánchez Mejías muere y Lorca crea el mito del torero que probablemente hubiera pasado mucho más desapercibido si no hubiera perdido la vida en la plaza. En Manzanares, plaza donde murió, se le tributa un homenaje anual al torero inmortalizado por la poesía, el torero poeta que murió para gloria de la literatura. 



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