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lunes, noviembre 30, 2009

LAS 10 EXPRESIONES MÁS ODIOSAS

Reunidos y casi de acuerdo Felipe, el Profe, Zoilo, Lila, Amanda, el Capitán López y un servidor hemos llegado a la conclusión de que estas son las diez expresiones más odiosas en lengua española hoy en día:
1. Ciudad Real (aka. Ciudy) Ciudad que alberga al mejor equipo de balonmano del mundo, de momento, y donde se supone que está el paraíso terrenal.
2. PDA. Artilugio que, desengañémonos, no sirve para nada.
3. ¡Profe! Dejadme en paz un rato por favor.
4. No tengo Tuenti. Tía, si no tienes tuenti no eres nadie.
5. ¡Qué frío! Mira el calendario, es lo que toca. Y lo que no toca es que tú estés tocando lo que toques.
6. No tengo su teléfono. ¿Cómo es posible que nadie tenga el móvil de ese hombre?
7. Cristiano Ronaldo. También conocido como el Pavo Real. A ver si os enteráis de que el bueno es Xavi.
8. Zarpa. Sin comentarios.
9. Nariguda. La cosa es sacar defectos. Tú mírale las tetas…
10. Pásate por mi blog. Mira, pajillero exhibicionista, los blogs son una mierda.

Seguro que tú podrías aportar las tuyas propias, pero de momento con estas, a nosotros, nos vale. En la próxima: Muse, los gafapastas y otras idioteces modernas. Y también el hit del momento: ¿Quieres lotería?

Algún lugar de Ciudad Real

domingo, noviembre 29, 2009

ODIO

Le decían siempre que conocían a alguien igual que él. Que habían conocido a alguien igual que él. Y Rubén decía, no quiero conocerlo, si es como yo, no me caerá nada bien. Rubén no se lleva bien consigo mismo. Se caía muy mal. Se odiaba. Y no entendía bien porque los demás no le odiaban también.
Con el tiempo llegó a saber que también tenía cosas no odiosas, no odiables. Que tenía cualidades. Pero esa sensación de no caerse bien, de complicarse la vida aposta como para hacerse daño, no se le pasaba.
Rubén tiene por costumbre odiar a todo el mundo. Al menos en las primeras impresiones. Luego ya les concede, o no, la duda, incluso el perdón. Pero en un principio todos son para él iguales, todos son odiosos.
Laura también le pareció odiosa. Pero al poco la perdonó. Y después volvió a odiarla. Y luego, bueno, luego no tuvo más remedio que quererla, como se decía a sí mismo, no tenía otra opción con ella
Ahora que no la quería, que había dejado de amarla empezó, sin querer, a odiarla. Fue por las pequeñas cosas. Por el pintalabios olvidado que hay que colocar. Porque nunca ordenaba el tercer cajón de la cómoda. Porque llegaba tarde.
Pero sobre todo la gran razón para odiarla fue la pregunta, la duda. ¿Y si no me quiere? Si no le quería, qué hacían los dos juntos, por qué hacían el tonto. Sabía Rubén que esa no era una razón para odiarla. El hecho de que ella no le quisiera. Que si eso sucedía era por su propia culpa, por lo que él hiciera, y no culpa de Laura, pero no podía evitarlo.
¿Y si no me quiere? Y la odiaba un rato, con furor, se levantaba, iba al baño, gritaba. Respiraba hondo. Trataba de relajarse. ¿Cómo saber la respuesta a esa pregunta? ¿Y por qué esa pregunta? ¿Qué importancia tendría que ella no le quisiera? ¿Qué importancia ahora que él no la quería?
Esa nueva duda se instaló en su cabeza. Trató de ahuyentarla de su cabeza. Estaba muy cansado de ideas repetitivas. Últimamente todo le hacía hueco y se quedaba. Unas ideas sustituían a las otras sin solución de continuidad. Esta vez tampoco pudo deshacerse de la duda.


sábado, noviembre 28, 2009

SABER

Ana miraba a Laura. La veía tan distinta, como si estuviera creciendo, siendo más de lo que era. A Ana le gustaba Rubén. Es una de esas cosas que no pueden confesarse. Que casi hay que callarse a uno mismo. Y no entendía cómo era posible que Laura, ahora que olvidaba, pues era evidente que le olvidaba, a Rubén estuviera mejorando tanto. Estuviera más guapa, más feliz, hasta más alta.
Ana no quería saber, pero sabía. Hubiese preferido mantenerse en el desconocimiento, en la ignorancia, pero sabía muy bien que Laura estaba enamorada de Luis. Y que por tanto había olvidado a Rubén. Sin embargo, seguía viviendo con él, durmiendo con él, hablando con él.
Ana no sabía que realmente Laura hacía mucho que se había independizado de Rubén. Que casi no vivía con él, que se tumbaban en la misma cama, pero muy lejos, que no dormían a la vez, que no hablaban nunca de nada.
Ana lo sabía cómo Laura lo sabía. Y Laura estaba contenta de saberlo. De ver que podía amar a alguien. A veces pensaba en Rubén, en cómo había querido a Rubén, en la vida que habían llevado juntos, lo feliz que él había conseguido hacerla. Y sentía remordimientos. Entonces le buscaba por la casa y le encontraba casi siempre durmiendo en el sofá.
Le miraba un rato y pensaba si no estaría enfermo, si no le estaría pasando algo, si no era muy raro que durmiera tanto en el sofá. A veces le echaba una manta por encima y le daba un beso. Le tocaba en la mejilla. Tocaba así los besos que le había dado antes. Y ese recuerdo de los besos le ponía una sonrisa en la boca. Aquel hombre era bueno. Había hecho tanto bien por ella.
Pero sabía que ya no le quería. Y le dejaba bajo su manta. Y se iba con Luis. A pensar en Luis o a llamar a Luis y salir a pasear con Luis. A sonreír. Que era lo que Luis le hacía. La hacía sonreír.
Rubén despertaba y no se extrañaba de que Laura no estuviese, simplemente buscaba su radio, la encendía y leía, corregía, trabajaba en lo que fuera. Hacía la cena. La esperaba. Cenaban o no juntos. Veía algo por la tele. Seguía leyendo.
Laura sabía que hacía todo eso. No sabía que por dentro Rubén iba poco a poco sabiendo, como ella ya sabía.


viernes, noviembre 27, 2009

CONCIERTOS EN EL TRÉMOLO

Buena gente como son, además son echados para adelante. Los chicos del Trémolo en Ugena se han propuestos alegrarnos la salida de 2009 y la entrada de 2010 con su programación musical.
Desde el pasado 21 de Noviembre, con el ya anunciado concierto de los Pinkyyeros y hasta el 27 de Febrero con los Sínodo nos proponen unos fines de semana muy rockeros.
Así que ya sabéis si queréis pasar un buen rato, en un buen ambiente, con buena música y con buen drinking, no podéis dejar de pasaros por allí. Ellos y nosotros os esperamos.


jueves, noviembre 26, 2009

VENTAJAS DE SER ALTO

No es que yo sea un jugador de baloncesto, no soy un gigante, pero mira estoy bien dotado en ese sentido. Más cuando en lugar de de ir como siempre me estiro y me olvido de mi chepa por un rato. Es decir, que soy bastante alto.
Y ser alto tiene bastantes ventajas. Puedes ir al supermercado sin problemas, puedes coger cualquier cosa de cualquier sitio. Esto es muy útil porque el supermercado, aunque aún no lo sepamos, es el lugar del futuro. El lugar donde se ligará en el futuro.
También puedes casi cualquier cosa de cualquier sitio. En la biblioteca. En la cocina. En el sex-shop. Nada que esté muy alto te lo impedirá.
Además tiene otras ventajas, como no tener nunca que cortar los pantalones. Siempre te llegan a una altura buena. Además no tienes que gastarte dinero en alzas. Ya eres alto.
Por otra parte te faculta para cosas como jugar al baloncesto, balonmano, vóleibol, etc., etc.
Ningún deporte se te resiste por ser bajito.
Tiene, por último una gran ventaja. Las mujeres son más bajitas que tú. Y qué dirán algunos. Pues que desde arriba hay vistas muy interesantes. Canalillos, escotes, etc.
Total que ser alto es estupendo. Por eso Sarkozy & cía. se ponen alzas.


miércoles, noviembre 25, 2009

ARTISTAS

Felipe no es, ni mucho menos, un deportista. Sus formas un tanto redondeadas, su cuerpo amusculado, su estilo de vida poco saludable que consiste en cerveza, panchitos, sofá, etc, le convierten en el prototipo de antideportista.
Es bien cierto que lo es ahora. Su esplendor ya pasó. Lo tuvo. Y fue grande. Pero ya no lo tiene. Y ahora ya no es un deportista. Y claro, su lista de conquista ha menguado. Pero es bien cierto también y no se le puede quitar ese mérito que mujer que cae con él repite o tiene el afán de repetir.
Porque Felipe está del otro lado. Felipe no es un deportista. Felipe es un artista. Tiene gracia, tiene talento. Sabe hacer cosas distintas, originales. Sabe buscar el punto de vista inesperado. Y se ve que todo esto, junto o separado, en la cama o en la conversación, enloquece a las muchachas.
Así que Felipe a su ritmo y a su forma, también se forra. De una manera distinta. Con calidad y no con cantidad. O eso dice él.
Su virtud es sobre todo entretenerlas, hacerlas reírse, desarmarlas de su pose. Y cuando se dejan y no miran a un deportista, pues caen. Y es que las desgraciadas, tienen una pose que les hace ir hacia los sosos deportistas, cuando en realidad, Felipe dixit, están deseando irse con un artista.
Total, que aquí todo el mundo está feliz, contento y satisfecho. Artistas y deportistas.

Artista, evidentemente

martes, noviembre 24, 2009

GUIA ARTJOVEN

Ayer por la tarde en la Sala de Conferencias del Centro Cultural se presentó la muy trabajada, esperada y necesaria Guía artjoven Illescas.
Los chicos de la Concejalía de Juventud y los del Centro Joven han trabajado mucho en este catálogo en el que se encuentran, si no todos, sí la mayoría de los artistas jóvenes de Illescas.
Esta guía, de la que sus creadores esperan más ediciones, es un catálogo en el que los jóvenes artistas pueden anunciar su persona, su obra e incluso exponer un pequeño manifiesto artístico.
La presentación estuvo presidida por el alcalde de Illescas y por el concejal de Juventud, así como, lo más importante, con todo el respeto que las personas y sus cargos conllevan, dos artistas de los que encontraremos en esta guía.
Se habló más tarde y mucho del futuro Centro de Creación Joven, del que todos esperamos tanto y en el que tenemos tantas ilusiones puestas.
Puedes hacerte con la guía en la Biblioteca. Es muy interesante, te puede descubrir muchas cosas y te puede refrendar otras.


lunes, noviembre 23, 2009

DEPORTISTAS

Zoilo se ha apuntado al gimnasio. Siempre he odiado un poco a los tipos de gimnasio. Porque creen que son más hombres que yo sólo porque levantan no sé cuántos kilos que no sé qué parte de su cuerpo. Y porque por más que hagas tú siempre serás un mariquita. Siempre desprecian el sudor ajeno.
Como Zoilo es médico ha conseguido de alguna manera un crecimiento prodigioso para su musculatura y su cuerpo. Es decir, que se ha puesto cuadrado. Y las consecuencias no han tardado en llegar: las mujeres se han vuelto locas por él.
Pero lo que no sabe nadie es que este crecimiento de Zoilo ha mermado otras partes. No, de esas yo no sé nada, aunque dicen que sí pasa. Yo me refiero, queridos amigos, a su simpatía.
Se ha convertido en un perdonavidas de primera. Nos mira con superioridad. A nosotros y a todos. Es un antipático de narices. Aún así las mujeres le siguen amando. No sé por qué no comprenden que con un deportista no tienen nada que hacer, que no las hará felices.
Podrán pasearlo donde quieran, pero no es divertido, no las hará reír. Y además siempre será más importante la relación que mantengan con sus compañeros de gimnasio, su bicicleta estática y su batido de proteínas que con ellas.
En fin, que Zoilo se las lleva de calle y a nosotros se nos llevan los demonios.


Odio a los cachitas de gimnasio, porque siempre desprecian mi sudor

domingo, noviembre 22, 2009

SIESTA

Últimamente Rubén se queda dormido en el sillón del salón con la tele puesta. Se queda allí sentando viendo algo e irremediablemente se queda dormido. Laura le ve y le deja allí tranquilo. Así no molesta piensa a veces y no tengo que decirle nada ni hablarle. Rubén duerme a veces tres horas en el sillón.
Por las noches Rubén no puede dormir. Al principio esta era la razón de su siesta en el sillón. Ahora no. Ahora es al revés. Como ha dormido toda la tarde no puede conciliar el sueño por la noche.
A pesar de ello está casi siempre cansado, con mucho sueño. Cuando llega a la cama, duerme un poco pero en seguida se despierta. Cuando era soltero y le sucedía esto podía dar vueltas en la cama, hablar, levantarse y pasear o alguna otra cosa. Pero ahora, con Laura al otro lado no podía ya hacerlo. Así que se queda quieto para no despertarla.
Él no duerme. Aunque se queda durante mucho rato en un estado de duermevela muy molesto. Se suceden pensamientos con sueños y pesadillas, y más ideas inmotivadas o creadas por él. Todo mezclado se vuelve finalmente doloroso. Piensa en Laura, en su vida juntos, en cómo se conocieron, en cuánto se quisieron, en que ya no la quiere, en cómo le dirá que ya no la quiere.
Se encuentra Rubén encerrado en ese bucle de pensamientos, en saber que tiene que hacer algo y que no puede hacerlo, en que no quiere separase de Laura, porque al lado de Laura su vida ha sido feliz y fácil y sigue siendo fácil aunque no sea feliz.
Y piensa en la felicidad de Laura, en que ella debe ser feliz, en que él quiere que sea feliz. Y en que la forma mejor de que ella lo sea será decírselo. Dejar que sea feliz en otro sitio y no infeliz con él.
Esta noche es como todas las noches. Rubén se ha despertado y por suerte hoy estaba del lado de Laura. Se la ha quedado mirando un rato. Ha cerrado los ojos otro rato. Está en ese estado que no sabe bien si duerme o no. Y una idea se le ha cruzado por la cabeza. Como hace con otras tantas la ha despejado. Pero la idea ha vuelto durante la mañana. Y a la noche siguiente.
Y si Laura tampoco me quiere a mí.


sábado, noviembre 21, 2009

VERDAD

Ayer Rubén y Mateo estuvieron corriendo. Rubén andaba algo desconcentrado. Hoy han ido a cambiar la pila del pulsómetro de Mateo. Parece mentira, se ha dicho Mateo, que dependamos tanto de las cosas. Este aparato sabe descifrar mejor que yo las sensaciones que tengo. De hecho traduce todo a datos y no como mis sensaciones que a veces son contradictorias. Él sabe hasta dónde puedo. Y cuando lo estoy haciendo bien.
Han cambiado la pila y han estado viendo otros aparatos, zapatillas, ropa y otras cosas indicadas para correr. Ahora han salido a pasear un rato. Pasear no es como correr. No hace falta la concentración, la respiración, se pueden parar, pueden hablar con más calma. Pararse a saludar a los conocidos.
Hablan de cine. Mateo ha comprado Sólo ante el peligro y la ha visto. Es una de las películas favoritas de Mateo. Le gusta el modo de afrontar el destino de Gary Cooper. Es algo muy estoico. El destino es así. Y es mi deber aceptarlo. Sin quejas. Hacer lo que pueda para salir adelante. Y al final, siendo consecuente, y con la ayuda de los dioses o la fortuna o Grace Kelly, Gary Cooper consigue su objetivo.
Un héroe estoico. Algo que no me gustaría ser. Ha dicho Mateo. Pero algo que tenemos que ser, ha dicho Rubén. Los dos han estado de acuerdo en eso. Que el único tipo de héroe que se puede ser, el que se debe ser, es el estoico, el que afronta lo que le viene con las virtudes que tiene, sin sobresaltarse, sin culpar al destino ni al prójimo, viendo en ello la naturalidad. Sin excederse ni exaltarse.
Y ese es el heroísmo diario. El de sobrevivir. Rubén ha dicho, Ya no quiero a Laura, creo que ya no quiero a Laura. Mateo, que esperaba que el nombre de ella saliera, se ha sorprendido de que sea en esta frase, de esta forma.
Ves, un motivo más de heroísmo. Mantenerte firme en una decisión, en una idea. Ser consecuente. No me siento con capacidades para ser un héroe. No puedo decírselo. Pero sé que tengo que hacerlo. No puedo dejar que todo siga sin más, que su vida esté parada a mi lado sin más.
Mateo sabe que Rubén será consecuente y así se lo ha dicho. Muchas veces todo es más fácil de lo que imaginamos. Y si has sido capaz de llegar a esa conclusión y decirla ya una vez, serás capaz de decirla dos y tres, y más veces, y podrás decírsela a ella. Seguro.
Rubén sabe que eso es así, y que ahora ya no hay vuelta, que lo dicho se convierte en real. Y que es cierto que ya no quiere a Laura. Ya no es un pensamiento. Ya no lo imagina. Es la verdad.


viernes, noviembre 20, 2009

DOS MUJERES

Felipe tiene un problema. O mejor dicho varios. Como últimamente está cañón, las mujeres se rinden a sus pies. Y él, pues qué va a hacer, aprovecha y se acuesta con ellas.
El caso es que está dejando su semilla bien esparcida, tanto tanto que se está quedando sin lugares a donde ponerla. Hace poco entró en contacto con una señorita más bien mona. Vamos que estaba bien buena. Y se lo pasó como se lo pasó.
A los dos o tres días conoció a otra. Y estando en racha como está, pues p’alante. Y bien que lo pasaron los dos.
¿Dónde está aquí el problema diréis vosotros, hombres al fin y al cabo? Pues, evidentemente, no hay ningún problema. Salvo, claro, que un día tomando una birra con la segunda de estas se presentó la primera. No por nada. No para montar una escena, sino porque es amiga de la segunda.
Felipe respiró henchido de orgullo, mira tú, me he tirado a las dos. Pero la situación se fue poniendo rara. Porque se pusieron a hablar de un chico que les iba gustando. De lo que habían hecho los últimos días de por qué no se habían visto.
Llegó la incierta hora de irse, y las dos pelearon por quedarse la última con Felipe. ¿Qué pasó? Que las dos se fueron juntas de compras y dejaron allí a Felipe, que total, hay más hombres que longanizas. Eso sí, ambas mandaron un comprometedor y prometedor mensaje a Felipe. Ninguna de las dos quería perder. Felipe, sin embargo, se fue con la camarera. Nunca le ha gustado la presión.

Dos mujeres a la vez, y no estar loco

jueves, noviembre 19, 2009

GENTE RARA

Felipe y yo nos estamos distanciando. No sé como ha pasado pero resulta que ya no estamos todo el día juntos, bebiendo birra y comiendo panchitos mientras esperamos que empiece un partido de fútbol, una peli o una peli no porno en la tele.
Se fue un día a comprar panchitos y vino distinto. Había conocido a una mujer. Pero no sentía por ella deseos. Era sacerdotisa de no sé qué movida. Y Felipe estaba flipado con ella. Yo, que la vi después, flipé también, pero no con ella, sólo con una parte de ella. Con sus pechos. Lo aclaro innecesariamente. Sé que todos sabíais a que me refería.
Felipe se unió a ese grupo y desde entonces no le veo. Van por las casas continuamente con no sé qué libros y piden a la gente que los lea. Y luego, claro, les piden dinero. Van vestido con trajes elegantes. Y no dicen nunca palabrotas. Con lo que ha sido siempre Felipe.
Además ahora habla de una manera rara, como si fuera más culto o algo. Está insoportable el rato que está conmigo. Y sus temas de conversación han variado. Ya no le gusta hablar de fútbol y de tías. Yo ya ni le escucho.
Recibe también llamadas a muchas horas del día. Pensé que sería camello. Pero no. Tiene que ver con ese grupo raro. Le obligan a llevar ese teléfono y a contestar a lo que le digan. Y el tío lo hace feliz. Y por lo que oigo a los otros también son felices.
Ha intentado que yo también me haga del grupo pero no trago, algo que se llama Círculo de Lectores no me parece nada sano.

Libros, esta es la droga que vende Felipe

miércoles, noviembre 18, 2009

EXFOLIANTE

Íbamos Felipe y yo a un gran almacén, centro comercial o como quieran ustedes llamarlo para comprar la tarjeta del canal de fútbol. Íbamos, como imagináis, super contentos porque nos íbamos a pasar los fines de semana tirados en el sofá, chupando birras y viendo fútbol. No hay mejor plan.
El gran almacén en cuestión es muy grande. Muy grande. Tanto que Felipe y yo nos perdimos. Durante casi dos horas. Como somos hombres no preguntamos y pensamos que en cualquier momento podríamos, nosotros solos, el camino correcto a la venta de la tarjeta en cuestión.
Pasado este tiempo comenzamos a tener hambre. Felipe llevaba pan duro en los bolsillos porque le gusta tirar miguitas de pan a las palomas para atraerlas y luego intentar, con el medio de que disponga después, acabar con ese infame volátil. Pero el pan con pan, además duro, siempre ha sido una comida poco propicia, por más que nosotros seamos tontos y por tanto sea nuestra comida ideal. Guardamos pues el pan.
Seguimos andando pero de repente nos llegó un olor fabuloso. Y lo seguimos. Seguro que aquello nos llevaba a comida. Como Felipe tiene un olfato prodigioso nos guió a través de la maraña de puestos, stands, vendedoras, etc. Y llegamos al fin al lugar del que salía aquel olor.
Pero para nuestra desgracia no era la sección de alimentos, ni siquiera la de gourmets. Era la zona de perfumería. Aquello que olía también eran las cremas de zanahoria, aguacate, melón, y otras futesas maravillosas.
Había allí un champú de chocolate y naranja que no decía, lávate el pelo, sino cómeme. Ni Felipe ni yo somos el gran superviviente de la tele. Pero hicimos de tripas corazón y abrimos un bote de crema a base de tomate y mojamos el pan duro. ¡Qué rico! Nos supo a gloria.
Una dependiente vino rápidamente y nos dijo, ¿quieren los señores acompañar el tentempié con alguna bebida? Y nos ofreció un taponcito de champú de maracuyá que nos supo a gloria.
Probamos varias cremas más aconsejados por aquella mujer, que mirándonos fijamente la cara nos dijo luego, ustedes necesitan un exfoliante. Felipe, que es un poco bruto dijo, no creo, yo ya soy un ex – foliante. Antes lo hacía pero ahora ya no. ¿Está usted interesada en cambiar esa condición mía?
¿Cómo acabó la cosa? Pues no compramos la tarjeta. Pero sí varios botes de exfoliante que Felipe y yo desayunamos cada día. Sabe a mandarina y está buenísimo. La muchacha se ha encaprichado con Felipe. Y moja también galletas en el exfoliante. La vida es la vida.

Sabrosísimas cremas de belleza

martes, noviembre 17, 2009

PREOCUPACIÓN

No puedo explicarlo, pero estoy tremendamente preocupado. Todo me va bien. Sé que esto es contradictorio. Que si todo me va bien debería estar contento. Pero tanta felicidad no me deja disfrutar.
Estoy siempre acostumbrado a que las cosas me vayan mal. Que las mujeres me alejen de ellas rápida y expeditivamente. Que me echen rápido de cualquier trabajo. Que el coche se me rompa. Que el banco mande un matón para partirme las piernas. Que Felipe pase de mí.
Pero ahora todo es distinto. Las mujeres me quieren cerca. Muy cerca. Me han renovado el contrato. El coche, nuevo, es genial. Me lleva, me trae, calentito, cómodo, rápido. El director del banco sale de su oficina a saludarme cada vez que entro allí. Felipe sigue pasando de mí. Eso no se puede arreglar.
Así que me preocupa que todo esto se joda. Pero me preocupa que la felicidad acabe por embriagarme. Y me preocupa no saber disfrutarla. Porque yo estoy hecho para la derrota y el sufrimiento.
Estoy pensando en insultar a las mujeres que se me acercan. En romper el coche. Despedirme del trabajo. Robar el banco. Darle de hostias a Felipe. Hacer algo que cambie esta dinámica.


Job y sus amigos

lunes, noviembre 16, 2009

DOMINGO

¡Qué duros son los domingos! No sé si a vosotros también os pasa, pero a mí los domingos se me hacen muy largos, muy largos, muy largos. Son los días más aburridos del mundo. Un domingo, sobre todo por la tarde, será cuando el universo aproveche para el fin del mundo.
Más que nada para que nadie se queje. Si el fin del mundo llega el domingo, todo el mundo estará de acuerdo. Dios, que se acabe esto ya, aunque sea a costa de que nosotros también muramos.
Porque los domingos por la tarde hay una sensación de final del mundo. Felipe se tumba en el sofá con toda la resaca del mundo. Y pone la tele bajita y ni la mira. Pero total para lo que ponen. Y el doctor, que no tiene pacientes, se va a echar migajas a los patos, que están tan aburridos que ni van a por las miguitas. Total un rollo.
Pero Dios, que es listo, además de crear el aburrimiento para los domingos, pensó en una manera de arreglarlo. Y se le ocurrieron dos. La primera fue crear el fútbol. Llegan los domingos y son apasionantes, porque juega tu equipo y a lo mejor hasta gana.
Sin la liga de fútbol nos aburrimos mortalmente y Felipe parece que se muere de la resaca. Pero cuando hay fútbol el tío pega unos saltos y unos botes y tiene una alegría en la cara que no tiene nunca. Él es del equipo que gana.
Y por si fuera poco con eso a Dios se le ocurrió otra idea. Para mejorar lo que casi parece inmejorable. Fue el tío y creó a Don Vicente Marco. Y va Don Vicente y se inventa el Carrusel Deportivo.
Vivan los domingos. Y Pepe Domingo Castaño.


Con perdón de Erlich y de Juan José Millás

domingo, noviembre 15, 2009

CENA

Las lámparas producen una luz fabulosa. Son altas, metálicas, con brazos cargados de bombillas. Pero esas bombillas no envían una luz naranja, ni amarilla, ni blanca. Envían una luz de una tonalidad extraña que le da a todo un toque maravilloso. Una mirada nueva. A esta luz todo parece mucho mejor, más bello.
Hay una lámpara encima de cada una de las mesas. El local tiene pues esa luz ambiental que lo hace diferente. Hay nueve mesas. Es un local pequeño. Cuatro camareros atienden que todo esté como debe estar. Van y vienen hacendosos, rellenando vasos, ofreciendo, asegurándose, sin molestar, de que todo está como debe estar.
Luis y Laura están sentados en un rincón. Su mesa es, como todas, íntima. Pero parece más íntima que las demás apartada en ese rincón. Luis es conocido en el local. Ha explicado que es el abogado del dueño y que más de una noche ha cenado con él allí. De hecho ha preguntado por él y le han dicho que les ha advertido a todos de la visita de Luis.
Laura está un poco impresionada. Por la luz. El servicio. La sonrisa de Luis. La comida distinta de la que Rubén hace. El ambiente recogido, íntimo. Se alegra de haberse quitado la alianza antes de salir de casa. Así nadie podrá decir nada.
Laura está convencida de no querer a Rubén. Y lo está porque Luis está allí delante y todo lo que hace, lo que dice y hasta lo que no dice la está provocando. Siente deseos de besarle. Por primera vez. De apretarse contra él. Siente deseo. El deseo que no siente ya por Rubén. Para ella ese es el indicativo de que es Luis y no Rubén el hombre.
El deseo sólo le aparece, normalmente, sabe de excepciones pero también sabe que es un tipo distinto de deseo, ese deseo que te come, que te tira, pero que puedes aguantar y no pasa nada porque no lo piensas, porque tiene algo de inconcreto, cuando siente algo más. Cuando hay amor. Así se lo ha dicho a sí misma. Amor. Por Luis.
No ha sentido ningún miedo al decirlo. Sino un estremecimiento placentero.


sábado, noviembre 14, 2009

DESPACHO

Hay que atravesar un largo pasillo sin ventanas, con puertas cerradas a los lados, con luces fluorescentes en el techo. Los pasos resuenan fuertemente en ese pasillo. Los pasos de Laura que lleva esas botas que tanta gracia le hacen a Rubén. “¿Sabes para qué hace que suenen? Porque provoca el deseo en los hombres, es como la campana para el perro.”
Laura camina por ese pasillo buscando la puerta de Luis. Desde fuera el edificio parece distinto, más cálido, más accesible. Pero al fin y al cabo las oficinas no dejan de ser oficinas. El guarda de la puerta le permitió subir, le indicó el ascensor. Se preguntaba para qué tantas formalidades. En aquel lugar, no demasiado grande, no pasaba nunca nada. No era lógico tener tanta seguridad, tantas precauciones.
El despacho de Luis es también bastante frío. Como el de todos los demás abogados. Se entra en el bufete primero. Hay una sala de espera que sí da un tono más plácido, supone Laura que para confortar a los clientes. Para que su espera no sea intranquila. Luego los despachos son distintos. El de Jaime es más familiar, con fotos y cosas propias. El de Luis sólo profesional. No hay fotos. No hay objetos personales, más allá de un paraguas y en un armario algo de ropa para cambiarse por si acaso.
A Laura le hace ilusión la visita. No sabía a qué se dedicaba Luis. Todos los abogados hacen lo mismo. Pero nadie sabe lo que es. Luis sobre todo se dedica a los divorcios y a redactar contratos. Casi nunca toca cosas penales. Ni laborales. Eso es cosa de Jaime. Le ayuda alguna vez con esas cosas. Pero todos esos casos le parecen excesivamente complicados. Con demasiada responsabilidad.
Van a salir a cenar. Laura y Luis. A un restaurante que Luis descubrió hace poco con un cliente y que quería por encima de todo enseñarle a Laura. Ella se ha puesto guapa realmente. Rubén no la ha preguntado donde iba. Estaba un poco ocupado corrigiendo. O haciendo que corregía.
Laura se siente bien, guapa, fuerte. Siente que sí tiene ganas de tocar a aquel hombre. Pero aún no sabe si tendrá fuerza suficiente para hacerlo. Ella no se la ha dicho ni a sí misma, pero lo tiene claro. Su amor por Rubén ha terminado.

viernes, noviembre 13, 2009

BUENA SUERTE

Pasó una estrella fugaz y pedí un deseo. Le pedí que me hiciera guapo. La estrella fugaz, la verdad, hizo lo que pudo y mi aspecto mejoró mucho. No llegué a ser lo que se dice guapo, pero bueno, ahora tengo un pase. O dos. Pero bueno, resultó que una mujer se enamoró de mí. Obsesivamente. Mató a mi perro.
Le quité una pestaña a mi prima y la eché a volar. Pedí un deseo. Y me fue concedido. Quería ser rico. Y bueno, tampoco es que la pestaña fuera la leche, pero mira, no he vuelto a trabajar. Pero hacienda me está investigando. Por lo visto la pestaña hizo un par de malversaciones o no sé qué.
Un diente de león salió volando y pedí un deseo. Ser famoso. Y bueno, el diente de león no se esforzó mucho, pero salí en la tele un par de días. Y ahora me para la gente por la calle. Y lo cierto es que es un rollo. Tengo que hacerme fotos. Y firmar autógrafos. Y me llevan a las discotecas a posar para fotos con todo bicho viviente.
Así que ahora he decidido no pedir deseos, porque todos se me cumplen y no puedo ya soportar tanta buena suerte.


Estrella fugaz, pide un deseo

jueves, noviembre 12, 2009

MALO

Soy una persona terrible, malísima. Pero no sé por qué la gente me toma como bueno. Me gustaría que dejaran de hacerlo, pero no lo consigo. Para demostrarlo el otro día por la calle le di una patada a un niño. Pero se la di fuerte. Y no sentí remordimientos ni nada. Pero para mi desgracia resultó que no era un niño, que era un tío bajito que acababa de robar a una anciana. Me pusieron una medalla.
Decidí que esto no podía ser. Así que a la siguiente vez me puse más agresivo y destrocé un coche de la policía municipal. Pero olvidé que los policías municipales de mi pueblo están imputados por malversación, estafa, amenazas y por hacer una fiesta en la iglesia. Así que el pueblo me considera un héroe.
Como esto no iba bien me puse aún más bruto. Le tiré los tejos, más bien a lo bestia, a una mujer que pasaba por la calle. Pero le gusté y tuve que acostarme con ella. Una desgracia como otra cualquiera. Porque se lo pasó bien. Así que le dije, pues dale mi teléfono a tus amigas. Y cada día recibo una llamada de una atractiva mujer.
Así que no me dejan ser malo. Tengo que ser bueno. Por necesidad. Por imperativo. Así que no me queda más remedio. Lo seré. Hasta que pueda dejarlo.

Así soy yo

miércoles, noviembre 11, 2009

COMIDA BLANCA

El otro día Felipe y yo fuimos a comprar. No lo hacemos mucho, porque solemos comer poco, lo nuestro es más beber y eso lo hacemos en los bares. Pero como teníamos hambre y nos habíamos propuesto cambiar, o intentar cambiar, fuimos al supermercado.
El supermercado es un sitio ideal para comprar comida, para conocer a la mujer de tu vida y para deleitarte mirando a las lindas empleadas que trabajan allí. Así que nuestra primera impresión es tenemos que volver más a menudo a este garito que hay unas pibas aquí.
Pero como íbamos con una misión nos preocupamos de cumplirla. Buscamos los productos a comprar, pero no sé por qué no los encontrábamos. Cereales de determinada marca, de determinado estilo, con cierto sabor. No había.
Salsa de tomate de esta marca, con un buen sabor, la textura correcta, el olor preciso. No había. Patatas fritas de estar marca, con ese crujido característico, el toque preciso de sal, el sabor estupendo. No había. Helado con trocitos, espectacular de postre o cuando te deja el novio, chocolate, crema, sácalo un poco antes del congelador. No había.
Preocupados buscamos a la dependienta más guapa y le preguntamos qué pasaba. Y nos dijo que no tenían marcas, que las marcas ya no existían que ahora había una única marca, la marca blanca. Por más detalle la de allí se llamaba Hacendaño. Y algunas cosas estaban ricas, pero otras nos han decepcionado.
Felipe lleva días sin comer. Y yo no sé bien qué hago, pero todo me sabe mal, menos la cerveza. Pero esa la compro en el bar. Total, que es mucho mejor beber que comer. Te llevas menos desilusiones.


Marcas blancas

martes, noviembre 10, 2009

REUNIÓN NOVIEMBRE 2009

Nueva reunión de Creatura. Muy fructífero en lo económico y también en los comentarios y en todo lo demás.
Pretendemos llevar a cabo una exposición pero para eso hace falta fundamentalmente tener obras. Y eso es, por ahora, lo que nos falta. Así que animo una vez más a nuestros artistas a que se pongan a ello. Lo demás, ya veremos cómo lo hacemos.
A lo que vamos, para el próximo mes:
Portada: Ana
Editorial: Rubén.
Establecimiento: el bohío
Contra: Pinky
Importante la fecha de la próxima reunión. Como la navidad aprieta y antes hay un puente, la fecha para la reunión será el 30 de Noviembre, así que el tope para enviar será el 29.
El de diciembre es el fanzine de nuestro aniversario y estamos preparando algunas cosas que esperamos salgan bien. A esto estarán dedicadas las colaboraciones.
Por lo demás, seguimos buscando patrocinadores, colaboradores, así que si queréis estamos a vuestra disposición.
Y luego la noche se hizo noche, pero bueno, esa es otra historia.

Esto no es una reunión de Creatura

lunes, noviembre 09, 2009

ENFERMOS

Ahora que la mitad de la población está griposa, constipado o cosas peores, Zoilo, como médico que es, está muy ocupado. Tanto que su novia le ha dejado. Porque claro, esa mujer tenía una serie de necesidades que el eminente doctor no cumplía.
A saber quería que la llevara de compras y claro, con una urgencia cada tres minutos no se puede ir a ningún sitio. También quería que la llevara a ver no sé qué obra de teatro, pero la gripe A es una enfermedad muy pesada, sobre todo por la cantidad de reuniones informativas a las que hay que asistir.
Quería también una cena romántica, pero el pobre Zoilo no la llevó, porque cada paciente que cura le regala algo de comer y como cura casi a la mitad de sus enfermos, pues tiene natillas, sopa, pollo, chorizo y todo lo que quiera.
Esa mujer quería también sexo. Y ahí Zoilo quería ayudarla. Pero no pudo concretarse. Por lo visto había tenido que asistir a dos partos prematuros y la visión de esa parte del cuerpo le producía más nauseas que otra cosa.
Así que al final la muchacha pidió cita y le dejó. Se fue con un enfermo que había en la sala de espera y que era mono. No sabe que tenía sífilis. Así que Zoilo está tranquilo. Ella volverá.

Prácticas para médicos

domingo, noviembre 08, 2009

TOCARSE

Laura mientras tanto seguía con su vida habitual. El gran despacho con flourescentes, los papeles, las charlas con Ana, las salidas con Luis. Su esplendor físico iba consumándose. Iba casi creciendo. Parecía hasta más alta. Era la seguridad en sí misma.
Su pelo, algo más corto, sus ojos grandes, su ropa cada vez más cuidada y acertada, todo, le daba un aire de superioridad infinito. Al lado de Rubén, siempre un poco descuidado, siempre, si no se le advertía, equivocándose en la ropa, tardando mucho en cortarse el pelo, parecían una pareja imposible. Casi como si fueran de dos mundos que no pueden tocarse.
Y así era ya. No se tocaban. Pese a que Rubén no era consciente de ello, Laura sí que lo sabía. Sabía cuando había sido la última vez. Conocía bien a Rubén. Cuando estaba metido en un problema, no problema real, en un problema teórico, en un problema de los que le obligaban a pensar, estar con toda su energía puesta en él, se le olvidaba todo.
Hacía la comida de un modo maquinal, y le salía peor. Pero Laura no le decía nada. Ya sabía que encontraría una respuesta. Aunque ahora no sabía que pregunta se estaba haciendo. Él no solía compartir con ella esa pregunta. Pero muchas veces sí que le contaba el proceso y el final, como había llegado al fin a la solución.
A Laura le asombraba la capacidad de abstracción de Rubén. Y la forma de complicar las cosas más sencillas. Cómo era capaz de hacer de un problema nimio un problema de orden filosófico moral casi indescifrable. Ella no tenía esos problemas. No vivía en un mundo donde hubiera bien y mal. Las cosas simplemente eran y se hacían por que se hacían, no por una razón concreta, sino porque venían así o se deseaban así.
Laura sabía que no debía preguntarle. Que fuera lo que fuera a ella le convenía, porque así podía estar tranquila. Y no tenía que poner excusas. Porque no le apetecía tocar a aquel hombre en ese momento. Porque no sabía si le volvería a apetecer alguna vez.


sábado, noviembre 07, 2009

DESEO

Rubén pensaba en el deseo. En que el deseo podía con él. No siempre. Pero muchas veces. Que según se iba haciendo mayor el deseo no le contralaba tanto. Que podía sentirlo pero que sabía no hacerle caso, no dejarlo todo y satisfacerlo.
Rubén distinguía el deseo por Laura del amor por Laura. Al principio sólo sentía deseo por Laura. Quería meterse en su cama. Quería su cuerpo. Pero después, cuando la conoció, el deseo fue dejando paso a otra sensación. La de estar con ella todo el rato, desnudos o no. ¿Era eso amor? ¿O era sólo consecuencia del deseo, una forma de satisfacerlo?
También le sucedió que si bien al principio Laura era una más de las muchas a las que deseaba luego se convirtió en la más deseada. No la única, pero sí la que más. La que quería a toda costa. No es que no deseara a las demás. Era que deseaba a Laura por encima de las demás.
Con el tiempo ese deseo absoluto por Laura fue creciendo. No dejó de sentir las punzadas de deseo por las otras. Por muchas otras. Pero puestas en la balanza, el deseo por Laura era mayor. Así como lo era también la satisfacción que procurarse ese deseo le otorgaba.
Pero el problema de Rubén no estaba en el deseo. Eso había conseguido discernirlo también pronto. Que el amor y el deseo no van juntos. Que su problema no era desear o no a Laura. Porque deseaba o no a muchas otras. ¿Sería una cuestión, pues, de intensidad? Tal vez. Pero recuerda que también a María la deseó intensamente. Y sin embargo no sabe si la quiso o no. Y está convencido de que seguramente no lo hizo.
El problema estaba donde siempre estuvo. En Laura. En saber si la quería o no. Si la quiso o no. Si simplemente la deseaba y más que a otra, si sólo quería su cuerpo completo disponible para él, para saciarse o si era otra cosa.
Pensó en la supresión del deseo. Tal vez si la amaba podría pasar sin tocarla. A pesar de desearla. Así separaría el amor del deseo. Si seguía a su lado a pesar de no poder tocarla, de no querer tocarla, aquello sí podría ser amor. Y pensó que sería difícil. Aunque no cayó en que hacía mucho que no se tocaban.


viernes, noviembre 06, 2009

40 AÑOS DE BARRIO SÉSAMO

Creo que lo mejor que podemos decirles es gracias. Porque nos han entretenido, divertido, enseñado. Porque forman parte de nuestra infancia. Porque nos sirven aún para hacer chistes y para recordar el pasado, lo divertido que era el pasado, lo diferente y genial que fue para nosotros el pasado.
Así que, amigos de Barrio Sésamo, muchas gracias, por todo. Que cumpláis otros cuarenta. Por lo menos.

Todos estos y todos los que faltan

jueves, noviembre 05, 2009

CHISTES

Llega el otro día mi amiga Rocío y se pone a contar chistes. Los chistes son malos, no lo voy a negar, pero a mí me hicieron gracia. Porque mucho de los chistes depende más del momento y de la gente que te acompaña que del chiste en sí.
Aún me recuerdo llorando cuando Felipe me contó el chiste del almohadón poroso. Va un hombre al médico y le dice, doctor, cuando duermo sudo una barbaridad, y le contesta el médico, usted lo que necesita es un almohadón poroso. Y el paciente dice, y usted otro por hijo de puta.
Lloré de risa más de media hora por este chiste. No lloré de risa con los de mi amiga, pero también porque me he vuelto un poco digno y ya casi no lloro de risa. Ni de pena. Pero esa es otra historia.
El caso es que me ha contado varios chistes buenísimos, pero como yo soy muy malo contándolos no los voy a contar. El que quiera saberlos que se lo pida a ella que tiene mucha más gracia.
Pero, claro, hay un problema, porque siempre hay un problema, no como los de mi profesor de filosofía que tenía problemas rarísimos, como que un tío se le meara en el radiador de casa. No. Un problema de verdad. Es que a ella le hacen más gracia los chistes que a los demás y se parte antes de contarlos. Con lo cual yo no me entero bien del chiste y pienso que es más gracioso de lo que a mí me parece o que soy un poco tonto. Total que ella se lo pasa pipa y los demás no. O que soy tonto. No sé.


Muerto de risa

miércoles, noviembre 04, 2009

DIFICULTADES

Tengo una especial predilección por complicarlo, cuando no joderlo, todo. Quiero decir que las cosas suelen ser mucho más fáciles de lo que parecen o de lo que a mí me parecen, pero acabo siempre haciéndolo todo muy difícil.
El otro día me dijeron que tenía que llevar un paquete a un sitio. Pero antes tenía que sacar el paquete de la nave. Pero no cabía por la puerta. Así que pensé en cómo sacarlo. Lo primero que se me ocurrió fue por la ventana. Pero rompí la ventana y el paquete no salía.
Después se me ocurrió sacarlo empujando, porque estaba un poquito enfadado, pero no hubo manera, así que además de no sacar el paquete me rompí un hombro.
Por último cogí un mazo y tiré la puerta hasta hacer el hueco tan grande como el paquete. Y claro así ya salió por la puerta.
El único problema al respecto es que el paquete hubiera cabido por la puerta, si lo hubiera puesto en posición horizontal

¿Cómo pasar una viga por la puerta bisagra?

martes, noviembre 03, 2009

ALEGRÍA

El más tonto de mis amigos aplaude cuando se ríe mucho. A mí no me gusta, porque siempre pensé que era cosa de mujeres, pero me tengo que aguantar. Por mí le daba un bofetón, porque hasta se me pasa la risa cuando le veo. Pero como soy una persona civilizada no lo hago.
Felipe tiene otro vicio muy feo que es meterse el dedo en la nariz. Cuando menos te lo esperas, zas, tiene el dedo ahí dentro y se saca un calamar. Luego, al menos, no se lo come, sino que lo lanza, repartiendo así su generosidad con el mundo. A este sólo le pegaba a veces, otras no, porque no le veo o porque me hace gracia.
Yo tengo otro vicio, que es mucho menos feo, y que nadie ha visto nunca. Yo tengo un baile de la alegría. Cuando recibo buenas noticias (o noticias regulares cuando las esperaba malas) me paro y me pongo a bailar, a girar, a aplaudir. Es difícil que yo baile, pero me sale automático cuando me pasan esas cosas. Luego ya me puedo pasar meses sin bailar, hasta que reciba otra noticia que requiera el baile de la alegría.
Antes tenía también un baile de la victoria, pero hace tanto que no gano, ni ganamos, que lo he olvidado y reutilizo entonces el baile de la alegría. Cosas que pasan.


Por alegrías

lunes, noviembre 02, 2009

CAMBIO DE TIEMPO

Hoy hace frío y yo ya sabía que iba a hacer frío, no porque sea el hombre del tiempo, no, lo sabía porque estaba insoportable. Porque tenía un humor desesperante. Le pegué una patada al gato porque se restregó contra mí.
Le día una patada a mi ligue de anoche porque se restregó contra mí. Le día una patada a Felipe porque me dijo qué tal el ligue de anoche. Le di una patada a mi madre porque la paella del domingo le quedó fatal.
Total, que estaba de un humor de perros. Encima, durante el partido, alguien llamó al timbre. Di tal portazo que la puerta se rompía. No podía abrirla. Y el cerrajero de urgencia me ha costado 200 eurazos. Le di una propina: una patada.
Yo ya noté el cambio de tiempo y ahora que por fin ha llegado estoy mucho más tranquilo. Ya se puede cruzar delante de mí el tío que peor me cae, no diré quién es, que cada uno haga sus cábalas, que le saludaré educada y amistosamente.
Ahora por fin empezará a hacer frío. No importa. Es lo que toca. Lo otro es estupendo. Pero a la larga, me hubiera puesto de mal humor.

Así le pegué al gato, a mi madre, a Felipe, etc, etc, etc

domingo, noviembre 01, 2009

AMOR

Han pasado unas semanas. Rubén sigue con sus pensamientos, pero ha llegado a la misma pregunta que se hacía unos meses atrás, ¿qué es el amor? Laura sigue con su vida, parece que no le afecta nada. Rubén no la ve cambiada, pero la mira menos, o la ve menos, o por lo menos de otra manera.
Rubén busca, como intenta siempre, la respuesta a la pregunta. Esa respuesta es lo más importante en su vida, porque es la que configura su vida. Si encuentra una respuesta, sea cual sea, su vida podría cambiar. Si la respuesta es que el amor no existe debería, en consecuencia, dejar a Laura.
Y Rubén también busca la respuesta fuera de él. Está buscando en libros, en artículos, en películas, en comportamientos esa respuesta. Está buscando la esencia misma que le permita descubrir si existe o no el amor. Y después sabe que tendrá que describirlo, tendrá que definirlo y saber si es capaz o no de sentirlo y si lo siente o no (incluso si lo ha sentido o no) por Laura.
Así que una vez más Rubén está recordando el pasado, estudiando su pasado para descubrir si de verdad ha querido a Laura o a otra. El hecho de ser un hombre tan frío (él mismo se lo dice) le dice que tal vez no pueda expresar el amor porque no lo siente.
Ha buscado manuales, ha buscado ensayos. Lo discute siempre que puede con Mateo. Hablan del Banquete y de otros libros, de teorías sobre el amor.
De momento Rubén ha distinguido el deseo del amor. Son dos cosas distintas. Sabe que siempre ha deseado a Laura y que aún la desea. Pese a que no haga efectivo ese deseo desde hace mucho. Siente que no podría. Que no sería justo con ella ahora mismo. Que la estaría engañando. Con ella misma.
El deseo es otra cosa y Rubén lo sabe. Porque el deseo necesita ser satisfecho y si no lo es provoca frustración y se transforma luego en dolor. Hay poco camino del deseo al dolor. El camino de la realidad.
Ese es el avance de Rubén hasta el momento. Ha distinguido el deseo por Laura del amor por Laura.