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domingo, agosto 03, 2014

LOS LOCALISMOS Y EL HUMOR

La película más taquillera del cine español es una comedia sobre los localismos, sobre como los tópicos se estabilizan y contribuyen a crear una realidad. En las películas esos tópicos se utilizan y se contrarían para crear humor. Es fácil hacerlo.

En el cine francés sucede tres cuartos de lo mismo, es una película sobre localismos, sobre las diferencias entre la Francia del sur y la Francia del norte. Bienvenidos al Norte es el título de la película, un éxito rotundo.

Que los localismos den lugar a ficciones exitosas es previsible. Incluso los más inteligentes humoristas los utilizan. Sólo que esos humoristas dan versiones distintas. Seindfeld utiliza los tópicos y los localismos, los de Nueva York y las familias judías que viven allí.

Muchos humoristas utilizan esos chistes locales en sus monólogos. Murcianos y su forma peculiar de hablar, catalanes y su proverbial tacañería, andaluces y su afición por la fiesta, la diversión y las pocas ganas de trabajar, los valencianos y su afición a quemar cosas, los madrileños y su chulería...

Es todo un surtido de recursos humorísticos que funcionan lo queramos o no, que hacen que sonriamos y riamos. Pero con una gran excepción, muchos de esos localismos están muy contextualizados. Fuera del ámbito propio no funcionan. Por eso Bienvenidos al Norte no hace demasiada gracia en español. Y por eso Ocho apellidos vascos no debe hacer mucha gracia fuera de España.

Un recurso habitual y gracioso, apropiado si no cae en el tópico y que funciona. El localismo siempre funcionará en el humor, siempre que no se use con exceso, siempre que no sea el único recurso que tenga una ficción.


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