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jueves, enero 01, 2015

EL FUERA DE LA LEY, GUERRA Y PAZ


La historia de un hombre del oeste americano que pierde a su familia y que decide vengarse de aquellos que acabaron con sus seres queridos no es nueva, se ha repetido y repetido en el género hasta ser uno de sus clichés. Un justiciero con una pistola y un caballo, solo en un páramo, azotado por el frío o por el sol más duro son la imagen típica del western.

Pero hacer de ese héroe un soldado confederado que se niega a rendirse a los soldados del Norte, a los unionistas de Lincoln, es una cosa distinta. Además de ser confederado, los unionistas son los malos, y lo son con una saña y una cobardía difíciles de igualar, matando a un pelotón que se rinde, gobernados por un senador del gobierno que pretende acabar con cualquier resistencia en Kansas.

Hasta ahí construiríamos un western diferente, y si además incluimos una tribu india beligerante, que presuntamente va a atacar el rancho del héroe, tenemos todos los ingredientes clásicos. Pero el héroe, el renegado sureño, llega a un acuerdo con los indios, intercambia con ellos su palabra y su sangre, y ninguno de ellos es atacado o muere.

Esta película es El fuera de la ley, y es todo un manifiesto contra la guerra, aunque hecho desde la violencia. Muestra a un héroe movido por las circunstancias, un héroe que busca la justicia y la venganza, pero que está dispuesto por ello a abandonar la sociedad o la humanidad. Así rescata a indios y colonos y va haciendo su propio y pacífico grupo que sólo quiere vivir tranquilo y cultivar su campo.

En la escena final Clint Eastwood, protagonista de la película, se enfrenta al hombre que entregó a su pelotón a los unionistas, pero lo hace, recordando el respeto y la camaradería que los unió, con palabras y tampoco hay una venganza contra él.

Un western que mezcla todos los ingredientes clásicos del género con otro enfoque dando lugar a una película que es a la vez violenta y tierna, que muestra todo el dolor de la guerra y que es un grito contra la violencia y por la convivencia pacífica, sin olvidar la justicia y la venganza.


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