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viernes, agosto 15, 2008

CURIOSIDAD


En la película ya citada en este blog Asignatura Pendiente de José Luis Garci, el personaje principal que interpreta José Sacristán dice que lo peor de morirse es no enterarse de lo que va a pasar, es quedarse sin saber qué va a suceder ahora y expresa su deseo de si fuera posible tener una ventanita por la que ver lo que hacen los suyos, lo que pasa con su gente, en su país, con su equipo de fútbol.
Lo mismo, más o menos, encontramos en la novela Uno de los dos de Félix Chacón: “La curiosidad por saber en qué terminaría todo aquellole parecía justificación suficiente para seguir en el mundo.” Es decir, que la curiosidad es tan fuerte que el personaje vive más que nada por ello, por saber qué va a seguir pasando.
Esa misma sensación se tiene tantas y tantas veces. Y es lo que nos mantiene vivos, despiertos, atentos a la gente y sus sensaciones y sus palabras. Es lo que nos hace aguantar hasta las mil y media de la mañana (eso y el alcohol y sabe Dios qué en otros casos). La curiosidad nos hace ir a más, tener más ganas de saber, de hacer cosas, de conocer gentes, de seguir.
Por eso cuando el impulso de la vida se nos frena y no sabemos qué hacer ni qué decidir, ni cómo seguir la curiosidad es un buen argumento para seguir haciendo lo que hacemos. Curiosidad por saber qué será de nuestros hijos, sobrinos, primos, de nuestros amigos. Es la misma curiosidad que nos lleva a seguir leyendo un libro que nos gusta o que no nos gusta, a seguir una serie de televisión, a ver hasta el final esa película.
Es la curiosidad el motor de muchos es la vida, el impulso definitivo que nos aleja del nihilismo y la inacción. La curiosidad y la diversión. Porque ver qué sucede es, ante todo, muy divertido.

Portada de Uno de los dos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

aunque a veces olvidamos "que la curiosidad mató al gato"

Anónimo dijo...

"Muchos seres humanos son infelices por lo que saben o por lo que desconocen. La ignorancia es una bendición sólo mientras es total; tan pronto como uno se da cuenta de que es un ignorante desea dejar de serlo. Es la famosa curiosidad que mató al gato. En el caso de la humanidad, se trata de un sentimiento profundo y esencial.El deseo de saber, cuando comprendes que no sabes, es universal y probablemente irresistible. Fue la tentación original de la humanidad y no hay mujer ni hombre, y en especial, ningún niño, que pueda luchar contra él mucho tiempo. Pero es un deseo, como dijo Shakespeare, que más crece cuanto más se alimenta. Es imposible saciar la sed de conocimiento. Y cuanto más inteligente eres, más sed tienes." Charles van Doren