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lunes, septiembre 07, 2009

POR ENCIMA DE TODO

Como soy así de sosito las chicas me invitaron a su noche de chicas, que consiste básicamente en lo mismo que una noche de chicos, pero con la diferencia de que se ponen tacones y en lugar de hablar de las tetas de esa o de la otra hablan del probable paquete del de más allá.
Yo que siempre he sido un romántico me quedé un poco desengañado hablando con Lila y Amanda. Pensé que ellas serían dulces, tranquilas, que buscarían el amor, el dormir abrazaditos, juntitos, oliéndose el pelo y esas cosas, todo después de una cena con velitas y dormidos junto a una chimenea.
Pero no, todo esto ha servido más que nada para confirmar mi teoría de que hace mucho que todo miente. Que en la vida no hay tres cosas: salud, dinero y amor, que las cosas que hay son: salud, dinero y sexo.
Y es que el sexo se ha convertido en lo más importante. En el tiempo que pasamos hablando, pensando o buscando sexo podríamos componer sinfonías, descubrir vacunas, arreglar el Atleti o cosas aún más difíciles, si es que las hay.
Nada hay por encima del sexo. “Te quiero”, decimos todos, cuando (y menos mal que todos o casi todos lo sabemos) lo que queremos decir es “te quiero follar”. Así que hace tiempo que en todas las cabezas el sexo superó al amor. Y si nos juntamos en parejas es por la facilidad que nos da esa pareja para el sexo. Que si no…



Eso sí, siempre con

1 comentario:

Julio Vegas dijo...

Completamente de acuerdo