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sábado, noviembre 07, 2009

DESEO

Rubén pensaba en el deseo. En que el deseo podía con él. No siempre. Pero muchas veces. Que según se iba haciendo mayor el deseo no le contralaba tanto. Que podía sentirlo pero que sabía no hacerle caso, no dejarlo todo y satisfacerlo.
Rubén distinguía el deseo por Laura del amor por Laura. Al principio sólo sentía deseo por Laura. Quería meterse en su cama. Quería su cuerpo. Pero después, cuando la conoció, el deseo fue dejando paso a otra sensación. La de estar con ella todo el rato, desnudos o no. ¿Era eso amor? ¿O era sólo consecuencia del deseo, una forma de satisfacerlo?
También le sucedió que si bien al principio Laura era una más de las muchas a las que deseaba luego se convirtió en la más deseada. No la única, pero sí la que más. La que quería a toda costa. No es que no deseara a las demás. Era que deseaba a Laura por encima de las demás.
Con el tiempo ese deseo absoluto por Laura fue creciendo. No dejó de sentir las punzadas de deseo por las otras. Por muchas otras. Pero puestas en la balanza, el deseo por Laura era mayor. Así como lo era también la satisfacción que procurarse ese deseo le otorgaba.
Pero el problema de Rubén no estaba en el deseo. Eso había conseguido discernirlo también pronto. Que el amor y el deseo no van juntos. Que su problema no era desear o no a Laura. Porque deseaba o no a muchas otras. ¿Sería una cuestión, pues, de intensidad? Tal vez. Pero recuerda que también a María la deseó intensamente. Y sin embargo no sabe si la quiso o no. Y está convencido de que seguramente no lo hizo.
El problema estaba donde siempre estuvo. En Laura. En saber si la quería o no. Si la quiso o no. Si simplemente la deseaba y más que a otra, si sólo quería su cuerpo completo disponible para él, para saciarse o si era otra cosa.
Pensó en la supresión del deseo. Tal vez si la amaba podría pasar sin tocarla. A pesar de desearla. Así separaría el amor del deseo. Si seguía a su lado a pesar de no poder tocarla, de no querer tocarla, aquello sí podría ser amor. Y pensó que sería difícil. Aunque no cayó en que hacía mucho que no se tocaban.


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