Hay un día en que ante el papel en blanco no se te ocurre nada. Y le das vueltas y no hay manera. No sale nada. Ese día lo mejor es apagar el ordenador, cerrar el boli y el cuaderno. Y esperar. Esperar.
Di la verdad, Rubén. Has puesto este post justo el día que has empezado a trabajar. Eso significa que no tenías tiempo para escribir nada (ya está bien que trabajes un poco). Y como estás totalmente enganchado al blog has tenido esta ocurrencia para calmar tu mono de blogero compulsivo. Pero a mí no me la das. No me vengas ahora de vanguardista, que no. Lo que la gente interpreta como algo original sólo es una manifestación de tu adicción.
5 comentarios:
¡Muy bueno!
JAJAJA, me parto el nabo, está de puta madre el post.
Pues tienes toda la razón!
ay maesita mía la de veces que yo he tenido un papel en blanco frente a mi careto durante horas!!!!
Bxuss
Di la verdad, Rubén. Has puesto este post justo el día que has empezado a trabajar. Eso significa que no tenías tiempo para escribir nada (ya está bien que trabajes un poco). Y como estás totalmente enganchado al blog has tenido esta ocurrencia para calmar tu mono de blogero compulsivo. Pero a mí no me la das. No me vengas ahora de vanguardista, que no. Lo que la gente interpreta como algo original sólo es una manifestación de tu adicción.
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