Publicidad

lunes, enero 04, 2010

PROHIBIDO

Empezamos bien. Voy a subir al metro, pero mi billete no vale. Voy a cambiarlo, pero tengo que pagar la diferencia. Ha subido el precio. Me llega la factura de la tarjeta de crédito. Mierda de regalos de Navidad. Voy a comprar sellos. También son más caros. No tengo suelto. La factura de la luz, el agua y el gas acaban por matarme. Felipe no quiere saber nada. Mamón.
Los periódicos critican las subidas. Estoy con ellos. Pero son unos fulleros. El periódico también ha subido. Así no hay quien viva. Me llega la nómina: cobro lo mismo. No sé cómo voy a arreglar esto.
Voy a un bar. Pero no me dan cerveza. Han prohibido el alcohol en los bares. No es sano para los que miran como nos emborrachamos los demás. Voy a la calle a fumar. Pero como han subido el tabaco no me da el sueldo.
Quiero acabar con el gobierno. Me lo está prohibiendo todo. Me lo está subiendo todo. Decido irme a una casa de citas. Mariela siempre me trata bien. Pero han prohibido la prostitución. Por lo visto la estoy explotando. Se ha comprado un Opel Astra sólo con lo que yo le doy. La vida es una mierda. Voy al supermercado a por cerveza. Me emborracharé en el parque. Ya no hacen litronas, dejan mala imagen de la ciudad. Me compro unas latas, pero me cobran una multa previa por si no decido reciclarlas. ¡Ay qué joderse!
Veo una foto de la ministra de sanidad tras una pancarta “Prohibido prohibir” me da un ataque de risa, pero un municipal me regaña, ¿De qué se ríe? Ahora necesito un motivo para todo.
Creo que voy a ver porno. Pero me han cerrado la web donde lo veía. El emule está prohibido. Tiro de imaginación. Pienso en ti a ver si funciona. Pero como es año nuevo, vida nueva, te has ido con otro. Se me baja todo.
La cerveza de las latas no me emborracha. Han bajado la graduación para evitar que no nos hagamos daño. Quiero hacerme daño. ¿Y si me tiro por la ventana? No. Las ventanas no se abren. Quieren evitar el cambio de temperatura, que cojamos un enfriamiento.
No puedo hacer nada. Me pongo un partido en la tele. No puedo apostar, han prohibido las apuestas, suben el ritmo cardíaco y los cardiólogos piensan que no es bueno. Mi equipo gana. Pero no me alegro. Cualquiera dice nada, lo mismo acabo en la cárcel. Pego un grito fuerte, a ver si en la cárcel puedo ser libre.

No, ya no, nunca más

No hay comentarios: