La verdad es que yo soy más de mirar para otro lado. Que pasa algo malo a la derecha, miro a la izquierda, que a un tipo le dan una paliza a la derecha, miro a la izquierda, que a la izquierda alguien aparca en reservado para minusválidos, miro a la derecha. Sólo hay que volver la cabeza.
Otro método muy bueno es cerrar los ojos, aunque yo, como ya he dicho, sea más partidario de mirar para otro lado.
Cerrar los ojos es muy útil. Que se te mete polvo. Los cierras, que de repente hay una salvaje oleada de polvo. Pues ya sabes. Que pasa algo malo en la tele, cierras los ojos. Que lo que te cuentan es asqueroso, cierras los ojos. Que vas a dar un beso, cierras los ojos.
Sirve para muchas ocasiones. Cuando se tiene miedo, como protección, para domir. Llevo años entrenando dormir con los ojos abiertos, pero no me sale. Me sería muy útil para cuando Felipe me da la chapa, pero no hay manera de conseguirlo, siempre hay que cerrarlos. Pero no me desanimo, sigo entrenando.
Pero para lo que es muy útil, según mi parecer de mero observador, es para el sexo. Que no sabes qué estás haciendo, cierra los ojos. Que no te gusta la otra persona, cierra los ojos. Que tienes dudas de qué es lo que hay al otro lado, cierra los ojos. Que vas a meterte algo en la boca, cierra los ojos, eso no es bonito.
Y siempre, siempre, cierra los ojos cuando te metas algo en la boca. Que luego salpica y esto no es como el champú jhonson.
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