Publicidad

lunes, junio 15, 2009

PIJAS

El mundo está lleno de gente. Por desgracia. Y para más inri no toda esa gente es interesante. Mucha es una aburrida de tomo y lomo que no hay quien soporte. Otros huelen mal. Otros son gilipollas. Vamos que hay mucha gente en el mundo.
Un caso aparte, aparte de todo, de la realidad, de la consciencia, de la cotidianeidad del día a día, viven los pijos. Y más aún las pijas. A mí me encantan las pijas. Son geniales. Divertidas. Locas. Insustanciales. Necesarias.
Beben, follan, bailan, compran, visten, desvisten, todo con clase, elegancia y una sonrisa en la boca que no importa si con el tiempo formará o no arrugas, para eso están las clínicas de estética.
Todo lo hacen como sin mancharse. Sin mancharse por dentro y por fuera. Sin que nada les salpique, ni la vida les manche. Su sudor se evapora. Sus vestidos no se manchan. Y cuando follan nada les cae encima.
Pasan por la vida como si fuera suya. Probándolo todo. La droga. El alcohol. Los hombres. Las mujeres. Sin miedo a nada. Pequeñas y monas y estupendas siempre, en cualquier situación, en sujetador o en complejo vestido de noche.
Siempre deseables, mordibles. Juegan con las expectativas, con la posibilidad. Viven a semejanza de sus modelos, Cosmo, Sensa, Melrose, Gossip, OC... No es la ficción la que copia la realidad, son ellas las que hacen que todo parezca ficticio, mentira.
Monas, pijas y putas. Así son. Y así deben ser. Por el resto de los tiempos.


La biblia

No hay comentarios: