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sábado, julio 19, 2008

POR IRLANDA: MY POOR FINGER

Qué pasa cuando te cortas? Lo primero, que te duele, y lo segundo, que te jodes, así de claro. Pues bien, el pasado miércoles por la noche, después de haber abierto una lata de atún, al doblar la tapa con un tenedor, se me escurrió y me pegué un tajo en el dedo corazón de la leche. Imagino que todos conocéis esa sensación de algo "frío" abriéndote la piel y tú diciéndote a ti mismo: "¡Hostias, vaya corte me he tenido que hacer!" Y efectivamente, te miras y ves como la sangre empieza a salir que es un gusto.

¡Los culpables de mi desgracia!

El mío era de estos cortes profundos, que parece que la piel se queda unida por una bisagra y se mueve de un lado a otro. Cuando me lo vi, me cagué en todo porque no era el típico rasguño o cortecillo. Este es potente y lo peor era que en mi apartamento no había de nada para curarlo. En sustitución, fui al baño, me lo lavé bien con agua caliente, intentando limpiarlo por dentro, después comprimí la herida con papel del water, y a la cama rezando por que no se me abriera y aprovechando la "anestesia" de las cuatro pintas que me había bebido un rato antes.

Y por la mañana, cuando me levanté y me quité el "vendaje", para mi alegría, la herida se había cerrado bastante. Estaba infamado y me dolía al tocarlo, pero por un lado parecía sellada. Ahora bien, el agua no tiene propiedades desinfectantes, que yo sepa, y esa herida podía estar poniéndose chunga por dentro. Además el mes pasado me tocaba la segunda vacuna del Tétanos y entre unas cosas y otras, no me la puse, por lo que empecé a acojonar un poco (el Tétanos requiere de heridas profundas a las que no accede el oxigeno).

Me marché directo al edificio principal de la escuela que organiza mi curso (Cork English School) y les pregunté si tenían algún kit de primeros auxilios para limpiarme la herida ¡Y todo lo que me dieron fue una tirita y una especie de toallita antiséptica, parecida (yo hasta diría que igual) a las que nos dan en las bodas para quitarno el olor a langostino! Con eso no iba a ningún lado, porque para quitar la mierda de fuera, bien, pero yo lo que quería era limpiarlo por dentro.

Después de clase me fui a un supermercado a comprar agua oxigenada o alcohol, pero ¡Aquí no tienen! Lo más que encontré fue un antiséptico llamado "Dettol" que es como lo que vendían los charlatanes en el salvaje oeste ¡Sirve para todo! Cortes, heridas, caspa, espinillas, puntos negros y, ¡Hasta para asistir en los partos! Yo flipaba, pero bueno lo compré y me piré a casa a desinfectarme el dedo.

¿Servirá de enguaje bucal? Es que no tengo.

El modo de empleo es diluyéndolo en agua, así que nada, prepare un vaso, eche unas cucharadas y obtuve una pócima blanca con olor a lejía que no solo tenía pinta de desinfectar, sino incluso de disolverme el dedo. El caso es que metí el dedo dentro y ahí lo tuve un rato. Luego me lo terminé de echar por dentro y hasta hoy, parece que ha funcionado. Luego me volveré a hacer una limpieza de estas.

Para terminar, os dejo con otra foto de la herida. Además, como voy a intentar colgar un post todos los días hasta que me marche el domingo 27, en todos ellos pondré una foto del finger al final del todo, para ir viendo la evolución ¿Os parece? Pues eso. C U 2morrow!

3 comentarios:

Santiago Bertault dijo...

Las latas de conservas son un peligro!
Yo como gran patán que soy he renunciado a intentar domarlas

Selene dijo...

Tiene buena pinta el corte!
quizás hasta salves el dedo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ángel Rodríguez dijo...

DETTOLL hace justicia a su nombre y sirve de tol