El profe ha inventado una máquina con la que escuchar a los muertos. Contacté con mi amigo Pepe, que se mató en un accidente con su mujer y me contó esto:
A pesar de que estaban muy logradas, no le convencieron mis explicaciones. Salió corriendo a la cocina y desde la puerta me tiró la olla exprés. No recordó que los dos estamos muertos y que la materia nos traspasa. La olla salió por la venta y le fue a dar a un señor bajito en la cabeza con tan mala suerte que lo mató. El espíritu del señor, indignado, subió volando y entró por la ventana para pedir explicaciones. Mi mujer lo despidió con cajas destempladas y se centró de nuevo en mí.
Al día siguiente buscó el nombre del señor bajito en la guía de los muertos y le pidió disculpas telefónicas.
Total, que siguen igual que cuando vivos, o lo que es lo mismo, la gente nunca cambia.
A pesar de que estaban muy logradas, no le convencieron mis explicaciones. Salió corriendo a la cocina y desde la puerta me tiró la olla exprés. No recordó que los dos estamos muertos y que la materia nos traspasa. La olla salió por la venta y le fue a dar a un señor bajito en la cabeza con tan mala suerte que lo mató. El espíritu del señor, indignado, subió volando y entró por la ventana para pedir explicaciones. Mi mujer lo despidió con cajas destempladas y se centró de nuevo en mí.
Al día siguiente buscó el nombre del señor bajito en la guía de los muertos y le pidió disculpas telefónicas.
Total, que siguen igual que cuando vivos, o lo que es lo mismo, la gente nunca cambia.
2 comentarios:
hasta muerto es feo tu amigo pepe
excelente el cuento!y como casi siempre muy comico!
saludos!
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