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sábado, agosto 29, 2009

CAMBIOS

Como si hubiera estado un tiempo, unos años, menos quizás, tal vez más, aletargada, invernando, Laura ha despertado. Esa es la sensación que ella tiene y la que le ha contado a Ana. Ha sufrido unos pequeños cambios, que juntos, están siendo un cambio grande.
Un día decidió cortarse el pelo. Tenía el pelo en una larga melena de color oscuro. Tenía determinadas tonalidades bien impresas allí por la peluquera. Hacía mucho tiempo que tenía el pelo así. Pero se ha cortado la melena, se la dejado un poco por debajo de la oreja, sin llegar a los hombros. Y le ha dado una forma a las puntas hacia arriba.
Un peinado similar, tal vez el mismo, llevaba cuando conoció a Rubén. Por eso Rubén está contento. Porque por un tiempo, el pelo le volverá a crecer, ella será la misma que fue, la que conquistó. Luego, cuando fue suya, su pelo creció y fue el que era hasta ahora.
Laura está contenta con su nuevo corte. Le recuerda a ella también a la época en que conoció a Rubén. La alegría del tonteo. La felicidad de percibir cada matiz en las palabras. Laura está contenta y sonríe por las mañanas cuando se mira en el espejo. Se ve muy guapa. Rubén se lo ha recordado está mañana, ha ido por detrás y la abrazado medio en broma. Estás muy guapa le ha dicho.
También Laura se ha apuntado al gimnasio del polideportivo. Nunca ha sido muy deportista. Ni piensa correr. Pero hace pilates y alguna actividad más que le están sirviendo de apoyo no a su dieta. No es una dieta, dice, es una nueva forma de comer. Ha eliminado el pan. Y los dulces.
Su figura ha cambiado un poco. Aunque esto Rubén no lo ha notado. La ve como siempre. Ella sin embargo se sabe mejor, más delgada, y eso significa mejor, más atractiva, más guapa. Ana sí se lo ha notado y se lo ha dicho.
Este cambio en Laura hace que esté mucho más contenta, más vaporosa incluso. Su ropa ha cambiado también un poco. Se atreve con cosas que antes no. Ha cogido ropa que no le valía, se la ha probado y le quedaba bien. Estaba exultante.
Rubén sigue haciendo la comida. Sólo que ahora hace un poco menos. Y compra menos pan. Ve a Laura contenta y eso es lo importante. Por las mañanas, por las noches. Tal vez yo también precise un cambio se ha dicho. Pero se ha mirado en el espejo y no ha visto qué podía cambiar.
Ana y Laura van siempre a desayunar. Y ahora van mucho más contentas. Hay quien dice que más guapas.


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