Mi amigo Felipe lleva días llamándome comunista. Y la verdad es que estoy preocupado porque puede que tenga razón.
Resulta que últimamente vemos mucho la tele juntos, por razones que no vienen al caso, verdad, y que también escuchamos juntos la radio, porque a los dos nos gusta mucho ir en el coche con la radio puesta, verdad. Y en la radio y en la tele dicen todo el rato lo bueno y lo bonito y lo estupendo que es bajar los impuestos. En una cadena hemos oído que será la señora presidenta de la comunidad la que bajará personalmente los impuestos. Irá a la delegación de hacienda y dará de leches a los funcionarios hasta que estos dejen de cobrar el impuesto en cuestión. Es una superheroína.
Yo, cada vez que oigo que bajan los impuestos me pongo de mal humor. Felipe sin embargo se alegra, porque dice que pagará menos y su sueldo le llegará para más.
Entonces yo me río en su cara porque le digo que los impuestos sirven para pagar carreteras, hospitales, profesores, médicos y otras cosas que suelen ser necesarias a lo largo de la vida, que el estado ofrece gratuitamente y que lo hace por ley, y porque además ha de ser así. Pero él dice que no. Que él prefiere no pagar impuestos y tener más dinero. Yo rezo para que se parta una pierna y compruebe porque es necesario pagar impuestos, pero no funcionan mis oraciones. Será porque Dios nunca hace caso a los comunistas.
Resulta que últimamente vemos mucho la tele juntos, por razones que no vienen al caso, verdad, y que también escuchamos juntos la radio, porque a los dos nos gusta mucho ir en el coche con la radio puesta, verdad. Y en la radio y en la tele dicen todo el rato lo bueno y lo bonito y lo estupendo que es bajar los impuestos. En una cadena hemos oído que será la señora presidenta de la comunidad la que bajará personalmente los impuestos. Irá a la delegación de hacienda y dará de leches a los funcionarios hasta que estos dejen de cobrar el impuesto en cuestión. Es una superheroína.
Yo, cada vez que oigo que bajan los impuestos me pongo de mal humor. Felipe sin embargo se alegra, porque dice que pagará menos y su sueldo le llegará para más.
Entonces yo me río en su cara porque le digo que los impuestos sirven para pagar carreteras, hospitales, profesores, médicos y otras cosas que suelen ser necesarias a lo largo de la vida, que el estado ofrece gratuitamente y que lo hace por ley, y porque además ha de ser así. Pero él dice que no. Que él prefiere no pagar impuestos y tener más dinero. Yo rezo para que se parta una pierna y compruebe porque es necesario pagar impuestos, pero no funcionan mis oraciones. Será porque Dios nunca hace caso a los comunistas.
Superheroína luchando contra los impuestos
1 comentario:
o sera que tu amigo felipe esta todo el dia en casa y por eso no consigue romperse la pierna
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