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lunes, enero 05, 2009

NERVIOS

Eran las horas previas y por eso estaba tan nervioso. Había pasado todo el año esperando ese día. Había hecho todo lo necesario para ganarse su regalo. Y esperaba que los Reyes lo supieran.
Había dejado preparado su zapato horas antes. Había besado a sus padres, sus tíos, sus abuelos, a todo el mundo. Estaba, la verdad, bastante nervioso, y se demostró en que era incapaz de pasar la pantalla del juego que siempre se pasaba.
Comió sin mucho entusiasmo su trozo de roscón. Estaba dulce y tenía buen olor. Se fue a la cama temprano y cerró fuerte los ojos para dormirse pronto, para que la noche pasara lo antes posible. Y como el resto del año, lo consiguió. Le costó un poco más, estaba nervioso, no sabía si tendría lo que había querido, lo que había merecido.
Se despertó pronto, no demasiado pero pronto, y salió corriendo de la cama, nervioso, casi histérico, bajó la escalera y llegó a sus zapatos que estaban donde los había dejado y donde estaba lo que había pedido, lo que durante todo el año había merecido, lo que ahora le hacía tanta ilusión y le ponía tan contento. Tenía, para él sólo, todo un saco de carbón.

Los tres magos

3 comentarios:

SaiZa dijo...

Jajaja...nunca se sabe como va acabar la historia, pero siempre de un modo peculiar, por eso me encanta.
Bueno espero que no os traigan carbón, aunque a más de uno le vendria bien por lo menos para calentar su corazón. Un abrazo.

ella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ella dijo...

precioso y humilde!!!!!

gracias por la belleza