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martes, enero 27, 2009

LA PRIMAVERA SE DEMORA TANTO

El primer brote de almendro le daba la idea de que llegaba la primavera. Pronto saldría verde y blanco por todos los lados.
El primer aroma dulzón le daba la idea de que llegaba la primavera. Pronto los olores lo inundarían todo y el polen flotaría en el ambiente haciendo toser a unos e ilusionarse a otros.
El primer manojo de amapolas le daba la idea de que llegaba la primavera. Pronto todo estaría lleno de colores estridentes que anunciaban reproducciones y que manchaban los campos de una tonalidad cálida y distinta.
El primer top de una muchacha le daba la idea de que llegaba la primavera. Pronto toda la efervescencia de las mujeres estaría a la vista y el corazón de los hombres a flor de piel.
Pero nada de eso pasaba. La primavera no llegaba. No había más que frío, árboles durmientes, olores húmedos, colores grises, mujeres tapadas con bufandas y gorros.
El invierno aún dominaba su vida. El frío, el viento, la niebla, la lluvia, hasta la nieve. La primavera se hacía la remolona y por dentro, los corazones helados, necesitaban mucho para latir de verdad con fuerza, con sangre roja como los manojos de las amapolas.
La primavera sólo parecía despertar si ella o algo de ella asomaba.

Campos en primavera

2 comentarios:

Selene dijo...

Curioso como cambia la percepción de uno cuando las hormonas están alteradas.
:p

enrique garcía dijo...

Lo malo de ser almendro es que floreces en invierno. Puede venir una maldita helada y joderte vivo.