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domingo, abril 19, 2009

CONFESIÓN

Me llamo Rubén. Bebo mucho zumo de manzana. No tomo alcohol. He visto muchas drogas. Sólo he tomado las que me han recetado. Tal vez menos de lo necesario. Soy alto, ancho y feo. Siempre seré el chico gordo y empollón con el que nadie se metía pero del que todos se ríen siempre.
Soy absurdo y cómico. Tengo actitudes cerradas. Por eso soy absurdo y cómico. No creo tener la razón o la verdad. Pero tengo una forma de hacer las cosas. No creo que sea la mejor forma. Ni siquiera que sea una buena forma. Pero es mi forma de hacerlas. Podría cambiar. Tal vez lo haga. Pero de momento lo descarto.
Admiro a poca gente. La mayoría anónima. Porque el tiempo se ha llevado sus nombres y muy pocos los recordamos o sabemos sus nombres. Otros son anónimos, nadie los conoce ni sabe lo que han hecho, lo que les pasa, su grandeza. Begoña. Ronda.
No quiero a casi nadie. La mayor parte del tiempo no siento nada. Y lo poco que siento no lo entiendo y no soy capaz de explicarlo. No quiero a mi familia. No quiero a la mayor parte de gente con la que hablo, que me habla. No quiero a los que debo querer. Podría contarlos con los dedos de la mano. No sé si me sobrará una mano.
Me siento tan vacío que las palabras resuenan dentro de mí haciendo eco. Por eso muchas veces a las cuatro de la mañana me despiertan canciones que he escuchado, a todo volumen, repetidas infinitamente. El eco me las va repitiendo. Estoy vacío. No tengo nada. No tengo sentimientos, lágrimas, sonrisas. Nada. Ni siquiera mal humor. Vacío.
Siempre lo niego todo. Nada es real para mí, porque todo dejó de existir una vez pasó. Lo niego. Niego que sea triste, infeliz, melancólico, alegre, feliz, melancólico. Niego que sea como soy. Niego que pueda ser de otra manera. Niego lo que siento y lo que no siento.
Me preocupa más no ser capaz de sentir, que sentir. Por eso a veces me atormento con ideas repetitivas y dolorosas. Me las repito una y otra vez para ver si me hacen mal. Como estoy vacío rebotan y se repiten una y otra vez. Una y otra vez. Cuando me hacen daño, si me lo hacen, lo niego.
Soy incapaz de llorar. Cuando me emociono, pocas veces, abandono el lugar en el que estoy hasta que dejo de creer que siento algo.
He conseguido olvidar a la mujer que amé. No siento nada cuando la veo, cuando estoy a su lado. No fui capaz de hacer que me quisiera. No fui lo suficientemente bueno. Alto. Rubio. Alemán. O pelirrojo. No fui lo suficientemente bueno. He tardado mucho en olvidarla y ahora que lo he hecho he aprendido que no debo querer a ninguna nunca más.
Siempre he estado solo. Y siempre estaré solo. A veces parece que acompaño o alguien o que alguien me acompaña. Pero no es cierto. Siempre estoy solo. Y cuando hay más gente, y más gente que conozco, más solo estoy. Más aislado. Más pequeño. Solo. Y siempre estaré solo. Nadie quiere mi compañía. No soy buena compañía.
Siempre me arrepiento de todo. Lo que hago y lo que no. Lo que planeo decir y no digo. Lo que no quise decir y dije. Suelo tener la culpa de todo. Es lo normal. Soy un gran culpable. Por eso estoy solo. Por eso no puedo querer a nadie ni nadie quererme. Porque me lo merezco. Es mi culpa. Me arrepiento.
No pretendía hacer lo que hice. Pero sé lo que hice. Me arrepiento, por supuesto. Es un delito. No porque vaya contra las leyes de los hombres. O las de Dios. Va contra la mismas reglas de la naturaleza. Y sobre todo contra mis propias reglas.

Espejo, conciencia, jurado, confesión.

8 comentarios:

Selene dijo...

uyyyyyyyy
Demasiado profundo, autocompasivo, derrotista, egocéntrico.
No me creo ni la mitad de lo que explica tu personaje.
No hay nada ni tan malo, ni tan triste, tan pésimo.
En algún momento, un instante, algo o alguien, le hará sonreir, le conmoverá, le aliviará.
Síndrome House.

El amor está sobrevalorado, tan sólo somos párticulas que generan chispas al chocar unas contra otras, a veces sale bien, la mayoría mal.
Mala o buena compañía, eso lo deciden quien está a tu lado.
Empatía?????????? Qué es eso? Muchos de nosotros no sentimos esa empatía y no nos sentimos mal.

Todos estamos solos en algún momento de nuestra existencia.

Desde BCN
Un beso y un abrazo
(pero sin empatía)

mammamia dijo...

Mi querido Rubén ,como historia para un libro no está mal.¿Continuará?

SaiZa dijo...

Desde luego muy profundo y engancha desde el principio al final...te crea sensación de falta de aire, leer todo del tirón y sin respirar. Me gusta el relato, no los sentimientos y sensaciones, aunque en algún momento todos nos sintamos así. Un abrazo

PINKY dijo...

A eso se le llama desnudarse... O ¿es que no estabas hablando de ti?

Félix Chacón dijo...

Rubén, deja de flagelarte que ya se ha terminado la Semana Santa.

Rubén dijo...

"¿Por qué las historias de fracaso y degradación gustan tanto?" Homer Simpson.

Julio Vegas dijo...

¡Ja ja ja!Vet'al peo, tío! Hay que joderse lo que hay que oir!

Anónimo dijo...

tu mismo lo dices no te planteas el cambio, esta en tu mano