El caso es que pese a la radio de una sola canción al final llegamos a nuestro destino. O bueno, a un destino, porque no sé dónde ni cómo pero debí de equivocarme en algún lugar y estamos en Segroño, bonita ciudad, pero sin asomo de playa por ningún lado.
A cambio nos pasamos el día en una piscina estupenda que hay en nuestro hotel, tragando birras y buscando cosas que hacer. Por la noche vamos por ahí dando vueltas buscando el barrio bueno donde tomarnos algo.
No sé qué pasa en esta ciudad que todos son un poco… gafapastas. Ya sabéis, tienen esa pinta de intelectuales, con gafas de pasta negras, pelo un poco largo, converse, vaqueros y camiseta. A muchos de nosotros les van cayendo bien estos tipos, más que nada porque ellos parecen también un poco gafapastas.
Hablan continuamente de música, de chistes de muchachada nui, de películas independientes y cosas por el estilo. Nadie habla de fútbol, de toros y de tetas que es realmente de lo que nos gusta hablar a los otros.
Les estoy cogiendo un poco de manía a estos gafapastas. Siempre con las mismas canciones que se saben como un himno. Siempre con su pelito y sus gafitas con un aire casual que me desquicia. Después de tres días aquí me estoy planteando destruir la ciudad de los gafapastas.
Sé que no los hay aquí sólo, pero es evidente que aquí hay muchos. Y son muy pesados. Y muy pedantes. Y encima sus chicas no son demasiado atractivas. Con esas gafas de pasta tan grandes y tan negras y sus vestidos anchos que nunca sabes qué habrá debajo, que es como abrir un kínder sorpresa que te puede tocar el helicóptero o el mono tonto, y casi siempre va y toca mono tonto y te aburres enseguida.
Buscando el plan para acabar con ellos di con la óptica que les vende esas gafas tan horribles. Y vi cual sería el plan definitivo para acabar con ellos. Hemos robado, Felipe, Germán, Zoilo y yo, todas las gafas de estos tipos y las hemos sustituido por otras de color amarillo y de metal.
Como sus gafas no están graduadas ha sido muy fácil. El otro día se las pusieron y dejaron de hablar de sus cosas y hablaron del Diario de Patricia. Fue como volver a casa. Ahora sí que podremos pasar unas grandes vacaciones.
A cambio nos pasamos el día en una piscina estupenda que hay en nuestro hotel, tragando birras y buscando cosas que hacer. Por la noche vamos por ahí dando vueltas buscando el barrio bueno donde tomarnos algo.
No sé qué pasa en esta ciudad que todos son un poco… gafapastas. Ya sabéis, tienen esa pinta de intelectuales, con gafas de pasta negras, pelo un poco largo, converse, vaqueros y camiseta. A muchos de nosotros les van cayendo bien estos tipos, más que nada porque ellos parecen también un poco gafapastas.
Hablan continuamente de música, de chistes de muchachada nui, de películas independientes y cosas por el estilo. Nadie habla de fútbol, de toros y de tetas que es realmente de lo que nos gusta hablar a los otros.
Les estoy cogiendo un poco de manía a estos gafapastas. Siempre con las mismas canciones que se saben como un himno. Siempre con su pelito y sus gafitas con un aire casual que me desquicia. Después de tres días aquí me estoy planteando destruir la ciudad de los gafapastas.
Sé que no los hay aquí sólo, pero es evidente que aquí hay muchos. Y son muy pesados. Y muy pedantes. Y encima sus chicas no son demasiado atractivas. Con esas gafas de pasta tan grandes y tan negras y sus vestidos anchos que nunca sabes qué habrá debajo, que es como abrir un kínder sorpresa que te puede tocar el helicóptero o el mono tonto, y casi siempre va y toca mono tonto y te aburres enseguida.
Buscando el plan para acabar con ellos di con la óptica que les vende esas gafas tan horribles. Y vi cual sería el plan definitivo para acabar con ellos. Hemos robado, Felipe, Germán, Zoilo y yo, todas las gafas de estos tipos y las hemos sustituido por otras de color amarillo y de metal.
Como sus gafas no están graduadas ha sido muy fácil. El otro día se las pusieron y dejaron de hablar de sus cosas y hablaron del Diario de Patricia. Fue como volver a casa. Ahora sí que podremos pasar unas grandes vacaciones.
Gafapasta
1 comentario:
B.D Rodríguez, por tu expresión "gafapasta" juraría que eres o has sido (o cuanto menos lo has frecuentado) un miembro del foro de Putalocura.com.
Un cordial saludo.
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