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sábado, septiembre 20, 2008

INSULTOS


Pongámoslo fácil. El insulto es todo un arte. Aunque a veces no lo parezca y más que un arte sea apenas un desahogo siempre igual, siempre idéntico, a veces ni siquiera una palabra, apenas un gruñido, un ladrido algo que está más en lo animal que en lo humano.
Pero ciertamente se ha perdido la gracia o el humor a lo hora de insultar. Lo que no se ha perdido es la capacidad de la gente para enfadarse y la capacidad de algunos para hacer que la gente se enfade, se le agrande la vena como si fuera una manguera de bomberos y terminen insultando con toda su violencia o su sapiencia a aquel que ha conseguido que aquella pequeña venita de su cuello sea ahora un manguerón propio de John Holmes o algún otro atleta de ese calado.
El surtido de insultos en un idioma como el español, emitido por hablantes españoles propensos siempre al enfado, a la indignación a que todo valga la vida, el honor o algo más allá todavía, es inmensamente grande. Pese a ello apenas usamos cuatro, cinco, tal vez diez.
Hoy lo que propongo es que ya que tarde o temprano voy a terminar por ofender a todo el mundo, leperos, negros, blancos, cantautores, gafapastas, amigos, enemigos, oriundos de, practicantes de, y todo aquello que se os vaya ocurriendo, hoy lo que propongo, repito retomando, es que me insultéis, por lo que he hecho o por lo que haré. O por lo que no haré que también cuenta. O por nada, simplemente porque tenéis ganas u os apetece.
No hay en esto un afán pornográfico, ni masoquista, es simplemente que como ya se va haciendo costumbre y luego me sorprendo, si voy juntando ahora los insultos luego ya me dará igual y podré decir lo que quiera que como ya estaré insultado y la gente por tanto desagraviada...
Lo cierto es que lo que yo digo suele hablar de mí, así que mi humor va sobre todo contra mí (el humor va siempre contra alguien o algo, por muy tierno que sea). Con esto solía valer para estar inmunizado contra las criticas. Y tal vez por eso, y por la propensión de la gente a insultarme (he acumulado ya muchos insultos, tal vez casi todos, a lo largo de mi no tan larga vida) me creía inmunizado.
Pero no. Insultadme, amigos, con todo el cariño o con todo el odio. De algo valdrá. Aunque sea para que vosotros os desahogéis. Aunque sea para pasar un rato divertido. Para que penséis un rato divertido pensando o para lo que sea. Insultad, que algo queda amigos.

Crash dummy, pensad que tiene mi cara y dadle fuerte.

4 comentarios:

Julio Vegas dijo...

¡Gilipollas!

Unknown dijo...

es que si lo spides no tiene la misma gracia

Selene dijo...

jajajajajajajaja, no puedo insultar a alguien que nada me ha hecho, pero si alguna vez consigues ofenderme, te prometo un insulto que será lo más parecido a una maldición!
Jjejejejejeje, pero cristina tiene razón si lo pides no tiene gracia!

mammamia dijo...

Como se nota Rubén que nó has leido el reciente libro publicado por Pancracio Celdrán Gomariz "El Gran Libro de los Insultos"